El martes 27 por la tarde, en el Tribunal permanente de San Salvador de Jujuy, el Frente de Izquierda Unidad presentó su alianza electoral para competir en las elecciones provinciales del 27 de junio. La alianza está compuesta por el Partido Obrero (PO), PTS y el MST, los 3 partidos del FITU que tienen legalidad en la provincia.

La novedad política del FIT-U jujeño será el protagonismo del movimiento piquetero independiente en las listas de candidatos y en la militancia con más de mil compañeros del Polo Obrero peleando por el voto al Frente de Izquierda. Resulta paradigmático que al mismo tiempo que se cerraba la alianza el Polo Obrero, junto al Frente de lucha piquetero, copaba el centro de San Salvador y realizaba cinco cortes de rutas simultáneos en la provincia, en el marco de la jornada nacional de lucha contra el salario mínimo de hambre que aprobaron el presidente, las patronales y la burocracia sindical.

Unas elecciones atravesadas por la segunda ola y la crisis social

A contramano de la realidad epidemiológica, Gerardo Morales, en marzo, decidió unilateralmente adelantar las elecciones provinciales para el próximo mes de junio. Esta maniobra de tinte monarca tiene como objetivo evitar que el agravamiento de la crisis le produzca un golpe electoral. Que la elección se realice en medio de la segunda ola y en pleno invierno promueve una baja participación, por lo tanto el piso electoral del 5% para obtener cargos legislativos se convierte en una ley aún más proscriptiva que favorece el acaparamiento de la Legislatura por parte de su bloque y sus cómplices del PJ.

Morales se confía en que la segunda ola todavía no llegó con toda su fuerza a Jujuy, pero el récord de muertes docentes por abrir las escuelas sin condiciones, las sucesivas denuncias de la desidia del sistema de salud en el interior de la provincia pronostica que el colapso sanitario que sufrimos el año pasado se puede repetir. El gobernador que busca despegarse del “ala dura” de Juntos por el Cambio gestiona la pandemia a la medida de Patricia Bullrich priorizando el normal funcionamiento de la economía sin tomar medidas restrictivas ni de asistencia social para bajar la circulación del virus.

Sin embargo no hay corrimiento de calendario que alcance para tapar el agravamiento de la crisis social en la provincia producto del ajuste de Morales y el gobierno nacional. El gobernador sigue la hoja de ruta de Alberto Fernández y el FMI otorgando un miserable “aumento” del 12% en marzo a estatales y docentes, recorte en la asistencia a los comedores populares, tarifazos y un mega endeudamiento usurario. Morales busca descargar la crisis sobre los trabajadores, en función de defender las exorbitantes ganancias de los bancos, los ingenios y las tabacaleras. En esta orientación no está solo, es acompañado por el PJ en la Legislatura y en las intendencias y por la burocracia sindical kirchnerista que deja pasar el ajuste contra los trabajadores.

Desarrollemos una campaña del FIT-U arraigada en las luchas de los explotados de la provincia

El deterioro sistemático de las condiciones de vida de las masas, tanto en Jujuy como en todo el país requiere de una respuesta histórica de los trabajadores y los explotados. El frente de izquierda como el único polo de independencia de clase en la provincia tiene que apoyarse en las luchas obreras y populares. Las jornadas de lucha que viene reproduciendo el movimiento piquetero independiente son un faro para el Frente de Izquierda que busca separar a los trabajadores de los partidos capitalistas.

La campaña electoral del FIT-u tiene que impulsar todas las luchas populares proponiendo un programa obrero y socialista de salida a la crisis que parta de plantear el salario mínimo igual a la canasta familiar, el reparto de las horas de trabajo, el no pago de la deuda, el seguro al desocupado de $40 mil pesos, la centralización del sistema de salud y la vacunación para todos.