Políticas

13/8/2009|1095

Sealed Air: no aflojamos contra los despidos

Sealed Air, en Quilmes, es una multinacional líder en el rubro de packaging de alimentos. Ahora ha hecho un ajuste brutal contra sus trabajadores mediante un acta acuerdo llamada de “paz social”. Por esa acta, reduce en un 23 por ciento un adicional histórico y suspende el trabajo de los sábados (30 horas menos al mes), además de anunciar que no habrá paritarias salariales de este año. El salario promedio es de 2.000 pesos.

Saled Air utilizó un método extorsivo: llamaba uno a uno a los trabajadores para firmar el “acta de paz social”, mientras la interna, en complicidad con la patronal, hacía su trabajo tratando de convencer a los compañeros de que si no se firmaba habría despidos. Aun así, un importante grupo de trabajadores no aceptó el acta, y en una carta abierta explicó que no se puede renunciar a derechos adquiridos. La patronal reaccionó con 19 despidos “con causa”: acusó a los trabajadores de falta de confianza, distribución de panfletos e incitación a la desobediencia.

La planta paró 24 horas y hubo conciliación con los 19 despedidos adentro, pero pasaron las elecciones y sólo reincorporaron a siete. El resto quedó en la calle. Una asamblea intimidada y condicionada por las presiones votó no volver a parar y la empresa, desde entonces, usa ese resultado para regimentar.

Desde principios de julio los despedidos se movilizan por su reincorporación. Se buscó apoyo en la seccional Avellaneda del sindicato, que nuclea casi la mayoría de las fábricas. La burocracia no se pronunció firmemente contra el atropello: los despidos, dijeron, “son ilegales, pero cada trabajador es responsable por sus actos y no podemos hacer nada”. El acuerdo no está homologado en el Ministerio de Trabajo.

Las actividades ahora se desarrollan en la textil ocupada Febatex, que prestó sus instalaciones. Está convocada para dar su solidaridad toda la comunidad gremial, política, movimientos sociales y estudiantiles. Ya se hicieron dos importantes movilizaciones a las puertas de la fábrica, con cortes de calle y de accesos. La última fue el martes 4, con excelentes intervenciones de los despedidos hacia los trabajadores que salían y entraban, llamándolos a vencer el clima de amenaza que existe dentro de planta. Comisiones internas de otras petroquímicas de Pacheco, Avellaneda y Varela se solidarizaron, estuvieron presentes y piden al gremio un plenario para votar un plan de lucha.

Está previsto un nuevo plenario para profundizar las medidas y quebrar el silencio de la patronal. Los trabajadores que defendieron sus derechos deben ser reinstalados en sus puestos de trabajo. Esa “acta de paz social” sienta un precedente codiciado por las patronales y no puede pasar,  por este motivo se debe reforzar la campaña de denuncia en los todos lugares de trabajo.

¡Reincorporación de los despedidos, basta de extorsión en Sealed Air!

Walter