El miércoles 4, una movilización de más de 1.000 estudiantes secundarios de alrededor de 20 colegios impulsada por la Coordinadora de Estudiantes Secundarios recorrió las calles de la Ciudad de Buenos Aires exigiendo, como punto principal, la instalación de gas y calefacción en los colegios. Otros reclamos fueron becas y viandas para todos los que las necesiten, el boleto a 5 centavos, mejoras edilicias bajo control de estudiantes y trabajadores, educación sexual laica y obligatoria, anulación de las leyes anti-educativas y triplicación del presupuesto.

La "marcha de las frazadas" culminó en la Jefatura de Gobierno, donde Macri se negó a recibir a los estudiantes y los funcionarios que sí lo hicieron fueron incapaces de dar una mínima solución a los problemas planteados por los secundarios.

La gran mayoría de los medios de comunicación se vio obligada a reflejar una manifestación cuyas reivindicaciones fueron más que justas y que son del interés del conjunto de los trabajadores que viven en la Capital Federal. El propio Eduardo Feinmann tuvo que terminar felicitando a un compañero de la UJS en una entrevista en vivo, luego de haber atacado la lucha de los secundarios por el "carácter ilegal de los cortes de calle", en la cual el compañero puso de relieve que "lo criminal es destruir la educación y obligar a la juventud a estudiar en pésimas condiciones" y llamó a los trabajadores a solidarizarse con la lucha de los secundarios en defensa de la educación pública.

La movilización es la plataforma sobre la cual se fortalecerá el movimiento estudiantil secundario, que ha expresado su voluntad de continuar saliendo a las calles hasta conseguir sus reivindicaciones. A esta movilización se tienen que sumar los vecinos y trabajadores de la Capital en defensa de una educación digna para sus hijos.

Juan M.