Políticas

16/4/2009|1079

SI LOS VOTÁS, VIENE EL FMI

No es necesaria una mirada de lince para saber que el ‘terceto de la muerte’ (Néstor Kirchner, Stolbitzer, De Narváez) pretende volver al FMI después de las elecciones.

El ‘nene’ de Carrió, Prat Gay, lo viene pidiendo a los gritos.

Lo mismo ocurre con el ‘peronismo disidente’ y con Macri.

¿Y Kirchner, el que le regaló al Fondo el pago anticipado de diez mil millones de dólares en efectivo de la deuda de Argentina?

Su esposa, la Presidenta, acaba de votar, en la reunión en Londres del G-20, un incremento de la capacidad de préstamo del FMI.

Es cierto que a los banqueros les urge este dinero por la bancarrota de los países del este de Europa y del Báltico.

¿Pero por qué lo que es bueno para otro no lo sería para mí?

Después de todo, Argentina también se encuentra en cesación de pagos.

De lo contrario, ¿por qué se aumentan las tarifas de todo tipo, si no es para destinar los recursos que hoy no existen al pago de la deuda pública?

¿Por qué se le mete la mano en forma alevosa a la plata de la Anses?

¿Por qué se incentiva el alza de los precios de los títulos públicos si no es para que los ‘inversores’ traigan los dólares para comprarlos?

La cesación de pagos es tal que hay provincias que ya anuncian el retorno a las cuasi-monedas: los empleados públicos, incluidos los docentes, cobrarían en patacones.
Para los entendidos, ahora ha salido el presidente del Banco Central, Martín Redrado, a mostrar la hilacha.

Escrito en sánscrito, no en castellano, acaba de plantear en el diario La Nación (15/4) que “los mecanismos de provisión de liquidez global”; o sea, el FMI, “para países en desarrollo”, o sea Argentina, “deben ponerse a la altura de las circunstancias”; o sea: ‘vengan, los estamos esperando’.

Redrado, el banquero central, le está diciendo a los banqueros, a los sojeros, a los capitalistas industriales y de la exportación que no van a faltar dólares, porque el acuerdo está en marcha.

Claro que el FMI no va a “proveer la liquidez” como un acto de generosidad: los países que han firmado acuerdos con el Fondo han debido congelar los salarios, admitir despidos para reducir el déficit fiscal, mejorar la rentabilidad del capital y destinar el dinero que reciben al rescate de los capitales en quiebra.

De modo que: ¿qué importancia tiene que ninguno de ellos alcance una mayoría legislativa si ya están de acuerdo en votar las leyes que pondrán a las finanzas del país y el ingreso de sus habitantes en manos del FMI?

O sea que en medio de suspensiones, despidos, reducciones de jornadas y de salarios, y tarifazos, los candidatos de las tres bandas en pelea –más sus subsidiarias como el cordobés Juez, el moronense Sabatella, el ‘libre deuda’ Heller (privatizador de las jubilaciones)–  nos prometen un superajuste para julio.

En la misma colectora se ubican el kirchnerista Yasky y el sojero De Gennaro, los jefes de la CTA, a la que responden Solanas y Lozano.

Este es el cuadro que ofrecen las clases y partidos de cara a las elecciones adelantadas.

En oposición a una perspectiva tan nefasta, planteamos una lucha anticapitalista contra los despidos, las suspensiones y la carestía; una lucha anticapitalista contra el derrumbe industrial; o sea, una orientación frente a la crisis que responde a las necesidades de los trabajadores.

Abajo el acuerdo con el FMI.
Que la crisis la paguen los capitalistas.
Por el desarrollo de un frente anticapitalista de masas.
Por un voto obrero y socialista.