Políticas

23/3/2006|938

Siguen los servicios y el espionaje


La denuncia de que en la base de la Armada Almirante Zar, ubicada en Trelew, se estaba realizando un minucioso trabajo de inteligencia interna ha provocado una crisis política en las filas de las fuerzas armadas y en el propio gobierno, ya que representa un golpe a la pretensión de estatizar el 24 de Marzo (feriado).


 


La metodología de los servicios de la Marina repite, hasta en los detalles, la actividad de espionaje que se realizaba bajo la dictadura militar. Dentro de los objetivos de los servicios estaba el de evitar que se reabra la investigación por la masacre de Trelew, cometida el 22 de agosto de 1972.


 


Existe la certeza de que la actividad de espionaje involucra las diez sedes de investigación que la Armada tiene distribuidas por el país. O sea que involucra al conjunto de las fuerzas armadas, es decir a su máxima conducción. Ahora se le ha pedido a la Fuerza Aérea que presente un informe de su actividad de inteligencia.


 


Sigue la Esma


 


El golpe para el gobierno debe ser medido a la luz de su propia política. Kirchner hizo de su acto en la Esma un símbolo de su “política de derechos humanos”, pero, dos años después, se pone de relieve que todo sigue en pie.


 


Las revelaciones han dejado expuestos los límites de la propia democracia. La democracia, aunque implique un cambio de régimen en referencia a la dictadura militar, expresa al mismo tiempo una continuidad del mismo aparato del Estado, de sus leyes, de su personal político y militar.


 


Mientras Kirchner sacaba cuadros de dictadores de los edificios del Ejército y creaba un museo en la Esma, seguía en funcionamiento la estructura militar de espionaje de la dictadura.


 


La Side y Haití


 


El descubrimiento del espionaje interior no fue la consecuencia de una investigación del gobierno. Clarín informa que Kirchner se enteró del caso durante la asunción del nuevo gobernador de Santa Cruz, Sancho, cuyo padre, amigo de Kirchner, fue intendente de Río Gallegos bajo la dictadura. El cronista de Clarín dice con mucha claridad que la dictadura es como “una mancha de aceite”, que alcanza al conjunto del régimen.


 


De todas maneras, el gobierno no pretende eliminar la inteligencia interior, la cual deposita en la Side; mientras apuntala a la Side, mantiene en funcionamiento a varios organismos de inteligencia, tanto de las fuerzas armadas como de la policía.


 


Por otro lado, en Haití, el Ejército argentino está desarrollando tareas de investigación y de represión sobre la población civil. ¿Qué sentido tiene esta intervención sino realizar un trabajo de entrenamiento para luego desarrollarlo dentro de las fronteras de nuestro propio país?


 


Conclusión


 


El gobierno de Kirchner comanda el mismo Estado de la dictadura militar y proteje los mismos intereses sociales. La destrucción de ese Estado es una tarea que supera a la democracia, como régimen de explotación al servicio de una minoría.


 


El desmantelamiento del aparato represivo es tarea de una alternativa obrera y socialista y del gobierno de los trabajadores.