Políticas

23/5/2022

Silencio del kirchnerismo ante las provocaciones de Berni

Sergio Berni y sus aspiraciones a ser el Milei bonaerense.

Sergio Berni y Axel Kiciloff

Sergio Berni ratificó en sucesivas notas periodísticas su ruptura con el Frente de Todos, del que no se siente parte, y con el gobierno nacional de Alberto Fernández  al que le atribuye haber provocado un daño irreparable al país.  En su raid por la televisión y las radio, el ministro estrella de Kicillof insistió también con que no votaría a ninguno de los Fernández, apuntando expresamente contra Cristina Kirchner, la Cámpora y el kirchnerismo, al que considera agotado.

Ruptura con el Frente de “Todos”

Berni exceptuó de sus diatribas al gobernador bonaerense,  de quien dijo que “lo votaría a cuatro manos”, sin precisar a qué, y cuándo reaparecen en La Plata las pintadas “Axel Gobernador 2023”. El propio Kicillof busca cotizarse en la interna del Frente de Todos y es el principal sostén de su ministro. Desde el lanzamiento de su propia “fuerza política” y candidatura, Sergio Berni se ha servido de la jefatura de la Bonaerense y su control de la pesada policial para intentar una proyección territorial de la que carece hasta el momento. Días atrás, Kicillof subió el salario de la policía de la provincia de Buenos Aires y del Servicio Penitenciario por encima del sueldo promedio de estatales y docentes.

La utilización de la Bonaerense como punta de lanza en territorio bonaerense y la subordinación de las policías comunales a su comando llevó a Berni a chocar con los intendentes y con el propio PJ bonaerense que encabeza formalmente Máximo Kirchner. No es casual que los jefes comunales vuelvan a agitar la autonomía de las policías locales como parte de su disputa por los fondos de seguridad que monopoliza Sergio Berni.

A pesar de la andanada de exabruptos derechistas, las direcciones sindicales y estudiantiles kirchneristas y aliadas se llaman a silencio cómplice y rechazan exigir la renuncia o el despido del cuartelero y represor. Berni cuenta con la impunidad que le da Kicillof y con la adaptación de las burocracias sindicales de la Ctas que están integradas en cuerpo y alma al “gobernador amigo”. Para Kicillof, la mantención de Berni al frente de la Bonaerense es un arma de presión en la disputa que mantiene con el jefe de gobierno bonaerense Martín Insaurralde, con el gobierno nacional y con el propio Máximo Kirchner.

Kircherismo cómplice de Berni

El silencio de los nacionales y populares dice mucho de los límites de las maniobras del kirchnerismo frente a la crisis y estallido del Frente de “Todos”. Berni sigue en su puesto y pretende crecer desde adentro del gobierno de la provincia de Buenos Aires coqueteando con el facho de Javier Milei, a quien envía todo tipo de mimos, junto a su reiterada definición de ser un hombre de derecha. Este es un comportamiento también repetido del represor de Guernica que se identificó con Chocobar y reivindicó el uso de las pistolas Tasser, lo que le mereció el elogio de la ultrareaccionaria Patricia Bullrich. Su declarada indefinición en torno a dónde está el peronismo prepara nuevas maniobras que lo llevaron a reunirse con Pichetto del “peronismo republicano” del Pro.

Para Berni, su pertenencia al gobierno de Kicillof es una base de operaciones para traficar su candidatura. Los comentarios sobre Milei son claramente intencionados a sabiendas que el liberfacho no descarta una alianza con Juntos por el Cambio y que declaró que estaría dispuesto a competir en una interna o Paso con Macri. Berni abre puntas hacia la derecha y se mete en la interna del Pro en la provincia que ya ocasionó el portazo de Grindetti, el intendente de Lanús, quien viene operando a favor de los acuerdos legislativos con Kicillof que dieron lugar, entre otros, a la votación del presupuesto provincial de ajuste 2022 y al nuevo endeudamiento cuyos fondos disputan los jefes comunales con vistas al 2023.

Según Sergio Berni, Milei es tan simpático que lo invitaría a “tomar unos vinos” sin importarle el racismo ostensible del “libertario” que se jactó de su piel blanca para atacar al movimiento de lucha de las mujeres y de las diversidades, y es un enemigo declarado del derecho al aborto. En sintonía con Javier Milei, Sergio Berni consideró absurdo que exista un ministerio de Género y que no haya un ministerio de energía, una comparación ridícula para congraciarse con el facho en campaña. En tren de disertación para explicar el crecimiento en las encuestas de Milei, el jefe de la Bonaerense señaló que se trataba de un fenómeno “reactivo” en la juventud por las restricciones y “encierros” en la pandemia. De esta forma, y sin hacerlo explicito, Berni critica la política de salud del gobierno nacional y también del gobierno bonaerense y anticipa su negativa a todo tipo de cuarentena parcial cuando los casos de Covid 19 en la provincia vuelven a crecer exponencialmente en las condiciones de una apertura total de actividades.

Berni, a gusto de las capitalistas.

Responsabilizando a la “cuarentena”, Berni habla por boca de toda la burguesía que no quiere protocolos de salud ni límites a la explotación capitalista. La cuarta ola transita mientras las primeras dosis de las vacunas van perdiendo efectividad de inmunización.  La negativa a tomar medidas extraordinarias para enfrentar este rebrote de la pandemia es también una política de Kicillof y sus ministros de salud y educación, que rechazan todo tipo de burbujas en las escuelas a pesar del crecimiento de los contagios y con la proximidad de las bajas temperaturas. Una política sanitaria requiere de una inversión que choca con el ajuste que demandan el FMI y los bonistas buitres “acreedores” de  la deuda externa bonaerense. El presupuesto 2023 eliminó el fondo Covid después de declarar terminada la pandemia.

Berni no se metió en el debate de las retenciones al “campo”  y apoyó en su momento a Kicillof cuando éste se declaró partidario de pagar la deuda al FMI y reivindicó haber primeriado con el “canje” que reconoció integralmente la deuda de tierra arrasada, dejada por María Eugenia Vidal, así como el pacto con Juntos por el Cambio en la legislatura bonaerense.

 ¿Con Milei y Juntos por el Cambio?

Los elogios a Milei son por extensión un guiño a Juntos por el Cambio, tanto a sus halcones como a las “palomas”, y hacen buena letra con los capitalistas y con el FMI que quieren reducir el déficit fiscal a costa de los trabajadores. Sus ataques al movimiento piquetero y a las ocupaciones de tierras tienen el sello policial de la represión brutal en Guernica.  En las vísperas de la gigantesca Marcha Federal por trabajo, salario y contra la pobreza, convocada por la Unidad Piquetera, Sergio Berni destacó sus coincidencias con Larreta y Patricia Bullrich atacando los piquetes y a las organizaciones piqueteras, un reconocimiento a la par del fascista movimiento antipiquetero que promueve el líder de la “Libertad Avanza”.

Como Milei, Berni no se privó de cuestionar al jefe de gobierno del Pro por haberle dado “más planes a los piqueteros” y, como las cámaras patronales, le achaca a los planes sociales el “destruir la fuerza productiva” de la nación. La masa de desocupados es para los capitalistas una herramienta para deprimir los salarios de los ocupados, una gran parte de los cuales están por debajo de la canasta de pobreza. Una acción convergente con la del ministro Zabaleta, que le puso candado a los planes y los congelo en 19.000 pesos mensuales, menos de la mitad de la canasta de indigencia.

Para la juventud, víctima de la represión policial, y para los trabajadores, la consigna “Fuera Berni” sigue siendo una bandera central de lucha y delimitación con Kicillof y con todo el kirchnerismo que sostiene al aventurero derechista. Otra razón para luchar por la independencia de los sindicatos frente a la burocracia sindical que ampara a Berni.