El acuerdo firmado entre la cámara empresaria y el Sindicato Argentino de Televisión –con la intervención decisiva del Ministerio de Trabajo– no desentonó con el libreto oficial y el cepo salarial impuesto por la CGT de Moyano.

Pese a la crisis, las empresas de telecomunicaciones siguen llenándose de oro. El incremento de las redes de servicio en todo el país, las nuevas tecnologías, los nuevos servicios, las exenciones impositivas, subsidios y nuevas habilitaciones (truchas), se suman a un régimen de contrataciones fraudulentas (jornaleros, pasantes, monotributistas, contratistas) y a un salario básico de miseria.

Por eso la propuesta final: 8% desde julio, 6% a partir de octubre y otro 4% en enero (o sea un 13% anualizado) y ¡de carácter no remunerativo!, quedó muy lejos de la aspiración de los trabajadores.

La importante movilización de 4.000 compañeros por el centro porteño, los paros progresivos de 24 y 48 horas cumplidos sin fisuras y el clima de lucha en las empresas más importantes indican que había mucho margen para arrancar el reclamo del 25% al básico y una suma fija de 800 pesos.

El sindicato aceptó partir al gremio en dos paritarias; la de los canales abiertos y productoras tendrá lugar en octubre.

La Agrupación Fibra Obrera plantea: la actualización de ambos convenios discutidos en asamblea, la unificación paritaria, la acción decidida en caso de despidos y suspensiones, el pase a planta y efectivización de todos los trabajadores tercerizados, recategorización acorde a la tarea desarrollada, la derogación de los articulos que establecen una quita gremial compulsiva, el cepo a los productos enlatados, producción nacional de material audiovisual, ningún descuento, reconocimiento de todos los días de huelga.

Corresponsal