En el BI Nº 8, en la minuta política del Comité Nacional, se señala en el punto 1 que “Algunos estudios demuestran que el actual precio de la soja resultaría rentable para el que la cultiva en su propiedad, pero no para quien arrienda. Por lo tanto, la renta del suelo no cayó en la medida del precio de la soja…”, mientras que en un artículo aparecido en Prensa Obrera Nº 1.076, que lleva las firmas de PH y GC, titulado ‘Frente a la crisis del campo’, se sostiene que: “Tampoco se salvan quienes venían arrendando sus tierras. Este sector constata cómo el valor de los alquileres se va comprimiendo…”. Ambos señalamientos aparecen como contradictorios entre sí y creo que merecen una aclaración. Según algunos informes “las bajas de los alquileres son una realidad antes de comenzar la campaña” (Compañía Argentina de Tierras, 28/2) y esta baja rondaría el 20% pero podría profundizarse, ya que muchos contratos de arriendo se están haciendo con un 30% en efectivo y el resto según la rentabilidad; con la posibilidad de una caída en los precios internacionales, seguramente la caída de los arriendos se irá incrementando.

Según las estadísticas, existen en el país 288 mil chacareros o pequeños productores (propietarios), de los cuales sólo 71 mil laboran su propia tierra, el resto (217 mil) arriendan sus campos a los pools de siembra y las grandes concentraciones de la tierra; con los arriendos en baja, este sector chacarero entrará rápidamente en crisis, ante la imposibilidad de trabajar su propia tierra.

El PO debe desarrollar una intensa agitación en este sector de la pequeña burguesía agrícola, que sostiene empecinadamente el programa de la sociedad rural que lo llevará inexorablemente al colapso, sobre la base de una salida anticapitalista, la nacionalización, sin compensaciones de la banca y del comercio exterior, la expropiación de las grandes propiedades.

Manuel D’Alessandro