Políticas

14/8/2014|1327

Sorprendente voto del PTS sobre deuda externa

Sorprendente voto del PTS sobre deuda externa ok

La semana pasada, el gobierno envió un proyecto de ley que garantiza la inmunidad de los depósitos de bancos centrales de países extranjeros en el Banco Central de Argentina. El proyecto está relacionado con el canje pesos-yuan firmado entre Argentina y China, por 10.000 millones de dólares. Este ‘swap’ tiene por objeto reforzar las reservas internacionales de Argentina, las cuales funcionan como garantía del pago de la deuda externa. El PTS se abstuvo -o sea que le dio medio guiño a la defensa de estas garantías al capital internacional. Los diputados del Partido Obrero votaron en contra.

¿Cómo se explica semejante desatino? El PTS ‘compró’ la versión del gobierno de que se trata de proteger las reservas de una acción de los ‘fondos buitre’. Con la abstención, el PTS coquetea con la consigna ‘patria o buitres’; dicho de otro modo, con el reclamo de “unión nacional” reiterado por el gobierno. Las reservas de todos los países gozan, sin embargo, de lo que se llama “inmunidad soberana”, de modo que no requieren leyes especiales, y aún menos si son propiedad de un banco central extranjero. Argentina tiene créditos de reserva del Banco Central de Francia, pero a nadie se le ocurrió votar una ley que los proteja. De cualquier manera, si cabe alguna defensa de los recursos financieros frente a una posibilidad de confiscación, ella debe hacerse por medio de la lucha de clases, no de una facultad legal al Poder Judicial o a los tribunales internacionales. El PTS tampoco cree en la eficacia de la protección requerida, como lo demuestra la abstención. Sin embargo, avaló parcialmente el proyecto, en lugar de denunciar la impostura. Más allá de todo esto, las reservas internacionales del Banco Central operan como garantía del pago de la deuda externa o dolarizada usurera, que repudia el conjunto de la izquierda.

Protección… al saqueo

El voto a favor de este proyecto o, en su defecto, la abstención es un apoyo a la llamada “política de desendeudamiento”, que significó la confiscación de 175.000 millones de dólares de las reservas del Banco Central y a la Anses, para pagar a los acreedores internacionales y locales. De modo que la ‘protección’ de las reservas en divisas ha significado, en realidad, el saqueo sistemático de ellas, para pagar la deuda usuraria. El gobierno ‘protector’ de las reservas ha desvalijado las arcas del Banco Central. El apoyo, incluso parcial, a este proyecto es, además de pro-patronal o capitalista, un despropósito. La ‘intangibilidad’ de las reservas que se acaba de votar recuerda la ‘intangibilidad’ de los depósitos en los bancos que hizo votar Cavallo en 2001: concluyó en la expropiación de los depositantes en poco más de algunas semanas. La ley aprobada está al servicio de todo el mecanismo de deuda con capital financiero. Ese mecanismo incluye el pacto con Chevron, que le otorga libertad para vender al exterior y dejar allí las utilidades respectivas. Incluye también la indemnización a Repsol, los litigios en el Ciadi, el Club de París y el repago a partir del fallo colonial a favor de los buitres.

Al mismo tiempo, la ley es parte de la agenda con China, que ha firmado convenios similares con 20 países, para ‘atar’ el uso del yuan a las compras a China. Se trata de un “crédito atado” en beneficio de los pulpos estatales y privados de China. Es incomprensible que un diputado trotskista otorgue un apoyo parcial a este negociado. El convenio favorecerá la importación industrial china -o sea la “primarización” económica argentina que le exporta soja y aceites. El balance comercial favorece a China -unos 4.800 millones de dólares-, China los gasta luego comprando a las multinacionales extranjeras o títulos públicos de Estados Unidos.

La mano de los buitres

China impone también condiciones de equipamiento para las represas de Santa Cruz, para el Belgrano Cargas y para el Sarmiento, en este caso en perjuicio de Emfer, que se ampara en esto para vaciar la empresa.

¡China ha subordinado los acuerdos a que Argentina no declare un defol ni proceda, por lo tanto, a una nueva reestructuración de deuda con jurisdicción local! El proyecto votado, con el pretexto de evitar un embargo de los fondos buitre, favorece por el contrario a los fondos buitre y al conjunto de los acreedores internacionales.

La abstención del PTS, junto a Lozano y De Gennaro, es un voto que apunta a no obstaculizar el convenio -o sea una política de colaboración de clases para defender las garantías de pago de la deuda externa. Se manifiesta aquí el contenido reaccionario que tiene la usurpación de la banca del Frente de Izquierda por parte del PTS en el Congreso de la Nación. Es un guiño a la política de “unidad nacional” por “patria o buitres” del kirchnerismo. Semanas antes de esto, el PTS pidió una reunión al embajador norteamericano por Donnelley y Lear, para quejarse por el incumplimiento de “las leyes argentinas”, como si las suspensiones y despidos no fueran medidas universales del capital sino de un grupo de evasores legales.

Nuestro voto negativo se fundamentó en el repudio de la deuda externa en su conjunto y en el planteo de convocar a un referendo para que el pueblo argentino decida, y no los agentes de la burguesía local, que tiene en su poder el 60% de la deuda externa de Argentina.


Néstor Pitrola