El activismo del Subte prepara la elección de delegados en el marco de la construcción del nuevo sindicato. Lo resuelto hasta aquí es proceder a su elección entre el 25 de marzo y el 1º de abril. En la convocatoria se conjugan la lucha por poner en pie la nueva organización y asegurar la representatividad de los diferentes sectores: estaciones, tráfico, mantenimiento, etc. Cada delegado representará a cuarenta compañeros, tomando las mejores tradiciones de organización de la clase obrera argentina. Pero todos tendrán el carácter de delegados generales; es decir, representativos del conjunto ante la patronal, en el espíritu del histórico Cuerpo de Delegados.

El proyecto incluye 17 delegados para las líneas más grandes (A, B y D); 14 para la C (más dos de la CAF) y E; 6 para la H; se integraría un delegado más por el taller de Polvorines, si hay acuerdo, al cuerpo de la Línea A. CAF es una tercerizada integrada al convenio UTA, cuyos delegados se han integrado al actual Cuerpo de Delegados. El Sindicato del Subte integrará por igual a todos, como delegados del subterráneo de los trabajadores, más allá de cualquier razón social.

Por estas horas se discute el método de elección, que sería en dos tramos, una previa por sección y la general. En ambos casos, se procederá a una elección por urnas; la única condición será ser afiliado al nuevo sindicato, que por estar en formación no requerirá requisito de antigüedad.

Se trata de un proyecto de organización obrera asentado en una experiencia política de lucha contra la burocracia de la UTA. El estatuto presentado a las autoridades por parte de un grupo de afiliados, sigue el modelo tipo basado en la Ley de Asociaciones Profesionales que marca un piso de un delegado cada cien. De todos modos, el estatuto definitivo del nuevo sindicato será materia de un debate en el futuro, pero esta elección ya deja establecido cuál es la concepción sindical sobre la formación del Cuerpo de Delegados.

Sin dudas, tendremos a la patronal de Metrovías y al gobierno cerradamente en contra. Ellos se empeñan en reconocer a los 44 “deletruchos” de la UTA. Así que ya podemos prever su actitud.

Nos tenemos que apoyar en canalizar las urgentes reivindicaciones que la UTA no canaliza. El tema servicio médico es, tal vez, el más urticante hoy.

Varios compañeros están en un virtual despido porque -después de tener enfermedades de importancia- la patronal no los reincorpora cuando tienen el alta médica, ni les paga el sueldo; la ART tampoco. Este limbo llevó recientemente a un compañero a darse por despedido por desesperación. En otros casos, muy habituales, mandan a los compañeros a trabajar enfermos y desconocen los certificados de sus médicos particulares.

La cuestión salarial también está madurando porque de las negociaciones secretas de la UTA con la patronal sólo vienen rumores, no aumentos. En el taller de Constitución y en el de San José, hay mandatos de reclamar el 30%; un afiche firmado por la “banda del turco” pide lo mismo, lo cual indica la inquietud en la base.

El nuevo Cuerpo de Delegados tendrá que tomar estas reivindicaciones y otras muchas como parte de la lucha por su reconocimiento. Garantizaremos la masividad de la elección, si tenemos claro que, como dijo un compañero en una asamblea de Rancagua, “el nuevo sindicato es un plan de lucha”. La elección de delegados es la primera medida del “plan de lucha”.

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