Políticas

20/8/2009|1096

SUBTERRANEO | Que no se enfríe

Luego de la fantástica movilización al Ministerio de Trabajo de mil trabajadores del Subte, reclamando un 25% de aumento salarial y el reconocimiento de su nuevo sindicato, se ha abierto una suerte de impasse, la política del gobierno es clara: aceptar reuniones periódicas en Trabajo con delegaciones de los trabajadores, donde no sucede absolutamente nada. En la última, realizada el miércoles 12, otra acta, con la misma funcionaria de cuarta, volvió a repetir que se escucharon los reclamos y que se establece un nuevo plazo de espera de diez días. Una bicicleta total, para distraer la atención de los trabajadores del subte que expresaron claramente en la marcha que si no había solución irían a la huelga.

Efectivamente, hay en las líneas y talleres la sensación de que no pasará nada si no se pasa a los bifes. Incluso algunas líneas han votado comenzar con medidas de acción directa.

La patronal, mientras tanto, mantiene un pressing de medidas represivas que busca dispersar la fuerza del activismo y los delegados en reclamos parciales. Hay tres despidos por licencias médicas prolongadas, provocadas por el propio servicio médico de Metrovías. Suspensiones por cualquier tipo de motivos. Bloqueo de concursos de promoción de categorías que beneficiarían a delegados y activistas. En fin, una verdadera guerra de guerrillas, que plantea también la necesidad de una respuesta de conjunto de los trabajadores.

La Agrupación Trabajadores de Metrovías plantea, ante este cuadro, que la bicicleta ministerial es una vía de desgaste, que tiende a enfriar el entusiasmo y combatividad que demostraron las bases en la histórica marcha pasada. Que hay que tomar las iniciativas del plan de lucha que se ha votado en algunas asambleas de líneas.Se puede comenzar, como también fue propuesto en una asamblea, con una nueva gran marcha a las puertas de la sede de Metrovías, para exigir ser escuchados en los reclamos fundamentales planteados.

Corresponsal