Sudoeste bonaerense: el poder político y las inundaciones que se repiten

El anuncio de una inversión en los próximos cuatro años para obras hídricas en la provincia no contempla obras para la región del sudoeste bonaerense revelando una total ausencia del Estado en la planificación, construcción y conservación de obras de infraestructura

Partido Obrero de Puan


La complicada situación que sufre el sur de Adolfo Alsina y el norte de Puán a causa de las inundaciones tiende a agravarse.


La situación es la misma que la vivida en 2001 e incluso, anteriormente, en la década del ’80: campos inundados que han quedado improductivos y vías de comunicación cortadas por el agua, que aíslan a los habitantes de los pueblos y los campos e imposibilitan sacar la producción. Y es, además, una amenaza concreta para los cascos urbanos. Aún si las lluvias se detuviesen la economía de la región continuará sufriendo las consecuencias.


Como respuesta, el gobierno provincial apela a la resignación. Escudándose en la condición endorreica de la región dice que la zona es “una palangana” y llama a que “no dilapiden recursos” buscando una solución definitiva a esta problemática. “Hay que aprender a convivir con ella” (y) “esperar cómo evoluciona el clima”. Es el mismo gobierno que redujo las retenciones al agro y mantiene los subsidios a las petroleras, agravando el déficit fiscal que reduce los recursos disponibles y promueve el alto precio del combustible, vital para la producción y para cualquier obra de infraestructura. El mismo que devaluó el peso un 50%, agudizando la crisis presupuestaria de los municipios que ha llegado al extremo de no poder afrontar los costos de combustibles, repuestos e incluso los viáticos de los trabajadores viales.


El anuncio de una inversión en los próximos cuatro años para obras hídricas en la provincia no contempla obras para la región del sudoeste bonaerense revelando una total ausencia del Estado en la planificación, construcción y conservación de obras de infraestructura.


Asamblea de trabajadores y vecinos que organice la emergencia y exija al Estado los recursos necesarios.


Subsidios de reparación de pérdidas materiales y económicas, y asistencia sanitaria a las familias afectadas.


Realización de las obras hídricas financiadas por impuestos progresivos a las grandes rentas.


Difusión de todos los estudios hídricos de la zona. Que se pongan a disposición de los vecinos de la región. Conformación de una comisión de expertos que informe y asesore a los pobladores.