Políticas

15/6/2000|668

SUTEBA apoya el paro del 9 pero lo sabotea

Por primera vez en muchísimos años el Suteba llamó a reuniones de delegados “con mandato escrito de las escuelas” para elevar al plenario de secretarios generales. En Lomas de Zamora lo hicieron de forma que nadie pudiera llevarlo, porque avisaron casi a la hora de realización de la reunión.


En Florencio Varela y Morón, mientras los dirigentes de las seccionales decían que había que cumplirlo, sus delegados (de escasa concurrencia) manifestaban que sus compañeros no querían parar “por quienes convocaban” eran traidores, o porque a Menem se le habían realizado menos paros, etc. Ningún mandato estaba escrito. El esfuerzo de la Lista Celeste por debilitar el paro, para quien quisiera verlo, era claro. No participó en ningún corte de ruta ni manifestación y sólo actuó demagógicamente de palabra, tratando de limitar los alcances del paro en cantidad y calidad. Las declaraciones de Marta Maffei en Hora Clave demostrando que la CTA quiere concertar con el gobierno, e incluso que ofreció hacerlo antes de sancionarse la reforma laboral, expresaron cuál es la estrategia de la burocracia aliancista de Ctera y Suteba, que en nada se distingue de la de Moyano, ni aún de la de Daer. ¿Cómo puede impulsar un paro contra la rebaja salarial una dirección sindical que está pactando la municipalización de escuelas y el quite de las bonificaciones por desfavorabilidad? Lo mismo que el gobierno, la Celeste utilizó el sentimiento antiburocrático para pavimentar la debilidad del paro y la concertación.


Por fortuna –pero, más que por eso, por la evolución de los docentes en el mismo sentido que todos los trabajadores–, la burocracia fracasó. Esto también se expresó en mandatos favorables al paro en las reuniones de delegados. Para romper con la política del “gato por liebre” de la Celeste, con la concertación derrotista, la entrega del Estatuto y la rebaja salarial, hay que impulsar mandatos por un Congreso de delegados de base del Suteba que rompa la parálisis de la burocracia e impulse un plan de lucha para defender las conquistas, impedir la municipalización y arrancar 700 pesos de básico.