–¿En qué situación está el conflicto?

–El estado del conflicto es que tuvimos por parte de la viceministra de Trabajo de Santa Fe, una propuesta de desalojar la fábrica para que el comprador avance. Porque lo que argumentan es que él quiere la fábrica vacía, no tomada. Eso ya se discutió y pasamos a un cuarto intermedio. El tema en la negociación es que si nosotros dejamos la fábrica, ¿qué recibimos a cambio? No la promesa de que el tipo la va abrir. En realidad, que primero la va a comprar, después la va abrir y después nos va a llamar. De eso, no le creemos nada. Supuestamente van a poner una consultora, no sabemos si de Rosario o de Buenos Aires para que nos entrevisten, y… ¿qué va a pasar con todo eso? Digamos, lo que hay hoy por hoy es que nos están pidiendo que desalojemos, para que el comprador avance sobre la fábrica sin que haya gente ahí, con todo lo que eso implica…

–¿Y cuál es la situación entre los trabajadores?

–Hay un grupo reducido, porque cuando se levantó el acampe se dividió mucho más. De los 139, muchos se abrieron, y entre los que quedamos está la puja porque muchos queremos seguir resistiendo y otros ya quieren arreglar.

–¿Te sirvió participar de la Conferencia?

–Sí, me llevo varias cosas. De ahí a que yo pueda transmitir a mis compañeros lo que me llevo y que me entiendan será otro paso. Vamos a debatir.