Políticas

11/4/1995|443

También quiebran las compañías de seguro

Mientras la crisis bancaria ocupa el centro de la escena, entre bambalinas está en pleno desarrollo lo que podría ser el próximo gran estallido financiero: “la crisis del sector asegurador por varios miles de millones de dólares” (Ambito Financiero, 29/3).


El Inder (Instituto Nacional de Reaseguros) ha acumulado una deuda imposible de pagar estimada en 2.000 millones de dólares, con las compañías aseguradoras, por el pago de los reaseguros (seguros que contratan las compañías aseguradoras para cubrir sus propios riesgos).


Para enfrentar la cesación de pagos del Inder, Cavallo había creado un impuesto a las nuevas pólizas, que le permitió al Inder entregar a las aseguradoras alrededor de 20 millones de dólares mensuales. Pero en febrero, el Congreso resolvió –en la ley de “solidaridad previsional”– afectar la mitad de estos impuestos a otros destinos. Las posibilidades de pago del Inder quedaban así reducidas a 10 millones mensuales, o lo que es lo mismo, serían necesarios más de 15 años para cancelar la deuda … sin contar los intereses que se acumulen. Bajo la presión de las compañías aseguradoras, de Cavallo y hasta del propio FMI, Menem vetó este artículo de la ley “solidaria”. El veto presidencial, sin embargo, no soluciona nada, porque al ritmo actual, serán necesarios más de ocho años para pagar la deuda del Inder. En función de esta perspectiva de “largo plazo”, las compañías exigen que se les permita, a ellas, pagar en cuotas de hasta cinco años los seguros sobre los daños personales que han sufrido sus clientes…


La deuda impagable del Inder traduce la quiebra general del sistema asegurador. La deuda que ha acumulado el Inder es en su inmensa mayoría ficticia y fraudulenta. “Un trabajo elaborado en conjunto por el Inder y el estudio del ex fiscal Moreno Ocampo, luego de analizar 144 expedientes de una docena de aseguradoras, detectó que 142 tenían irregularidades (es decir, el 98,6 por ciento). … El 86,1% de los expedientes registraba falta de documentación respaldatoria. E incluso, 95,8% de los expedientes analizados no respetaron los plazos de denuncia de los siniestros, ya que unos 138 expedientes demuestran que algunas compañías tardaron un año y hasta ocho años para denunciar un siniestro” (Ambito Financiero, 20/1).


De las sumas pagadas por el Inder, apenas un mínimo porcentaje era destinado al pago de los seguros reclamados por los clientes de las aseguradoras: Ambito Financiero (20/1) informa de casos en que “la compañía reclamó (al Inder) 250.000 pesos de indemnización (pero) el asegurado cobró 18.000 pesos y el resto el presidente de la aseguradora”, y en que el Inder “pagó 450.000 pesos por un siniestro cuyo peritaje fue valuado en 120.000 pesos”. Sólo mediante este saqueo salvaje y sistemático han podido sobrevivir muchas de las compañías aseguradoras.


La cesación de pagos del Inder y “la flojedad en el mercado automotor, la retracción del crédito y las dificultades de pago –dice un especialista– hacen prever la agudización de los problemas financieros” (Ambito Financiero, 15/3). La recesión está haciendo caer drásticamente el número de nuevas pólizas.


Para disfrazar el quebranto del sistema asegurador, Cavallo ha autorizado a las aseguradoras –como antes lo hizo con los bancos y las AFJP– a contabilizar los títulos públicos que se encuentran en su poder por su valuación técnica y no por su valuación de mercado, muy inferior. Pero las compañías que se vean obligadas a vender esos títulos, deberán hacerlo a precios de mercado (y no a los valores técnicos). El superintendente de seguros, Alberto Fernández, declaró recientemente que “los empresarios que no tengan espaldas para enfrentar las actuales y nuevas condiciones del mercado deberán tocar a retirada” (Ambito Financiero, 8/2).


Según Enrique Szewach, presidente de la consultora Evaluadora Latinoamericana, se producirá “una reducción del 50% de la mano de obra ocupada” (Ambito Financiero, 29/3). La burocracia del seguro, que integra con las cámaras patronales y el gobierno una “comisión de mediación” que sirve para que los patrones presionen por la aceleración del pago de la deuda del Inder, no ha dicho una sola palabra sobre los despidos que se vienen.