Este miércoles, el ejecutivo tandilense envió al gobernador de la provincia de Buenos Aires su proyecto para reabrir las actividades económicas no esenciales. La propuesta fue discutida y acordada con la Cámara Empresaria de Tandil, el Sindicato de Empleados de Comercio, la Cámara de Empresas del Polo Informático y representantes de diversos sectores productivos y comerciales. Al mismo tiempo, el intendente Miguel Ángel Lunghi hizo énfasis en que les ciudadanes no habilitades para circular deberán mantener la cuarentena.

Las actividades que se pretende reabrir son, entre otras, "la "venta de artículos de uso doméstico y/o personal; servicios inmobiliarios, de viveros y florerías. Las peluquerías funcionarían a partir de turnos.

También, se habilitarían "la fabricación de aparatos de uso doméstico, productos metálicos de tornería y/o matricería, como también de productos elaborados de metal" (El Eco, 22/4).

Si bien estas medidas de reapertura son reclamadas por un sector de los trabajadores -sobre todos los no blanqueados y cuentapropistas, que, para poder comer, necesitan trabajar-, lo cierto es que lo que más pesa en esta dirección es la presión de las patronales para que sus trabajadores vuelvan a producir. Y es que las políticas anunciadas no apuntan en absoluto a asegurar la subsistencia de los trabajadores, sino solo a reactivar la explotación capitalista.

David Marconi, secretario gremial del sindicato de trabajadores municipales, comentó que “no cabe duda de que los elementos que se suministran en los sectores más expuestos no son los que corresponden. Hay compañeros que han puesto de su bolsillo para comprarse los insumos de protección personal y no el empleador que es quien tiene la responsabilidad” (El Eco, 24/4).

Distribución de fondos y ataque a les trabajadores

Este jueves 24, a través de una conferencia virtual, el intendente de nuestra localidad anunció un Plan de Emergencia Económica, en el marco de la Emergencia Sanitaria. Se trata de nueve medidas económicas destinadas a "enfrentar la crisis del coronavirus".

Entre las medidas más destacables, se encuentra la "reducción de los haberes del 20% de los Funcionarios Políticos comunales, comprendiendo a Coordinadores, Directores, Subsecretarios y

Secretarios. Dichas deducciones serán destinadas al ´Fondo de Compensación Social y Sanitario Covid-19´, que será creado a este solo efecto".

Pero, al mismo tiempo que reducen sus elevados salarios políticos -probablemente para desviar la atención-, avanzan sobre los derechos adquiridos por los trabajadores, ya insoportablemente precarizados.

Esto lo demuestran algunas de las medidas anunciadas: "se suspenden, en el ámbito de la administración central, el otorgamiento de horas extras, a excepción de aquellas áreas involucradas en operativos especiales; se suspende el pago de todos los adicionales por productividad y de incentivo; y se facultará la posible reasignación de tareas de empleados para el desarrollo de actividades que no le sean propias habitualmente”. Incluso se anunció que "el secretario de Economía tendrá a su cargo el análisis y estudio de todos los contratos vigentes del Estado municipal, los cuales podrán ser renegociados, suspendidos o dados de baja si así se considerara".

Ninguna de estas medidas son tomadas con el objetivo de solucionar los problemas que la pandemia le genera a la población, sino que, por el contrario, solo ayudan a empeorar las condiciones de vida de les trabajadores. Esto va en la misma línea que los miles de despidos, suspensiones y rebajas salariales, tanto del sector privado como del público, que se viven en nuestro país y en nuestro partido.

En este mismo plan, se hacen anuncios que dejan sin esperanzas a quienes ven atacados sus condiciones laborales y a quienes buscan conseguir un empleo digno. Entre las nueve medidas, se encuentran la suspensión "de manera transitoria el inicio de nuevas obras públicas financiadas con recursos municipales, salvo algunas tareas de adecuación de los hospitales u otras específicas para enfrentar la pandemia; y el congelamiento de la planta de personal, por lo que no podrá haber nuevas incorporaciones con excepción de las áreas de mayor criticidad como, por ejemplo, Salud, debiendo estar debidamente acreditada la necesidad" (La Voz de Tandil, 23/04).

Presupuesto municipal

Según el intendente Lunghi anunció ayer a los medios, "la Provincia oficializó la creación de un fondo especial para asistir financieramente a los municipios. Ahora van a destinar a los distritos 1.000 millones de pesos, que se distribuirán por el Coeficiente Único de Distribución y hay otros 3.000 millones que serían a devolver a 18 meses a cero por ciento de interés". "El fondo que se irá desembolsando en los próximos meses, estará constituido por una suma de 8 mil millones de pesos, que podrá ampliarse hasta 12 mil millones de pesos de ser necesario".

Desde el Frente de Todos, liderado por Rogelio Iparraguirre, "indicaron que al viernes pasado, Tandil recibió 308 millones de pesos -un 22,5% del presupuesto anual. En cuanto a las tasas impositivas, este año se recaudaron 390 millones de pesos que equivalen al 22,5 por ciento de lo estimado para 2020. Como otro argumento, detectaron que al viernes pasado, el Municipio contaba con un saldo de 2019, que está depositado en el banco y es de libre disponibilidad, que asciende a 83.191.241 pesos", (El Eco. 24/4).

Nuestro planteo

Al presupuesto que baje la provincia y a los impuestos que se cobren, habría que sumarle la eliminación de subsidios a los colegios privados a la iglesia y a las empresas y la implementación de un impuesto progresivo a las grandes rentas, a los grandes terratenientes, al capital inmobiliario y a los millonarios pooles de siembra locales.

Todos esos recursos deberían ser destinados a la mejora de los hospitales y centros de salud públicos; la refacción de escuelas, jardines y geriátricos; la urbanización de los barrios obreros y la creación de un seguro al desocupado.

Estas medidas también permiten la creación de puestos de trabajo, para dar solución a la desocupación que se sufre en nuestra ciudad.

Es hora de que les trabajadores, ocupades, desocupades y precarizades, nos organicemos para reclamar el cumplimiento de nuestras reivindicaciones: por la prohibición de despidos, suspensiones y rebajas salariales; por un seguro al desocupado de 30.000 pesos; por la inmediata asistencia alimentaria e higiénica a las familias de los barrios populares; y que el Estado garantice el cobro íntegro de los salarios; por la creación de puestos de trabajo, mediante un plan de obras públicas.

¡Basta de subsidios a las patronales, las religiones y los terratenientes!

Implementación de impuestos progresivos al capital local.