Políticas

1/11/2007|1015

Tartagal: ¿Qué pasó en las elecciones?

Cuando me disponía a escribir un pequeño balance sobre los resultados de las elecciones en Tartagal, mientras buscaba la punta del ovillo para empezar, golpearon las manos en mi casa y eran compañeros de los asentamientos que querían ver cómo se seguía la lucha por sus reivindicaciones. Me pregunté, íntimamente: ¿perdimos o ganamos? Porque apenas nos recuperábamos del cansancio físico y aun con un resultado electoral adverso, ya estaban los trabajadores ahí… Desde el punto de vista de las cifras, sin embargo, los resultados son contundentes.


Todo el mundo vio al PO en acción, además, en medio de una lucha importante como la de los asentamientos. Todo esto hacía presumir, y fue una sensación de todos los militantes, que tendríamos un buen resultado electoral. No fue así. ¿Qué pasó? ¿Tal vez las masas querían echar al representante directo del romerismo? ¿Tal vez no vieron que Urtubey es lo mismo?


La táctica electoral de la burguesía, las listas colectoras, le dio buenos resultados. Quizás fue una conjunción de todas estas variantes. Debemos mirar con atención todo el proceso vivido no sólo en la campaña electoral sino también en el período inmediato anterior. Es decir, la participación del Partido en las luchas de los trabajadores. ¿De que nos sirvieron y sirven las conquistas obreras en el marco de las elecciones burguesas?


En ellas no sólo hemos llamado a votar al PO, sino que en la acción de la banca, en los debates con los representantes patronales, hemos propagandizado nuestras ideas, nuestro programa de transición y en algunos casos impusimos el tema de debate, como lo fue el de las tasas extraordinarias a las petroleras y la nacionalización de los hidrocarburos. Algo que los partidos patronales no quieren tocar. Todos sabemos que la salida para los trabajadores es el gobierno obrero. Pero hay que tener en claro que un triunfo, aun en el caso de ganar una intendencia dentro del régimen burgués, será un triunfo de los trabajadores ciertamente, pero sin la conciencia revolucionaria, sin un crecimiento de la conciencia de clase de los trabajadores, en el plano del conocimiento de la teoría revolucionaria, en el entendimiento de la misión histórica del proletariado, sin todo esto, será un gobierno efímero.


Las sectas ya se regocijan por este “retroceso”… Pero puedo asegurar que la acción de las bancas del PO en todas las luchas más importantes de la clase obrera salteña no se borra fácilmente de la memoria de los trabajadores, aunque no se exprese en el voto, momentáneamente. Toda esta experiencia ha dejado un terreno muy fértil donde los militantes debemos escarbar para la construcción de un partido obrero de masas.


En mi discurso de cierre de campaña dije que el PO ya había ganado, como una referencia para la clase trabajadora, como luchadores, como militantes de nuestra clase. Esto explica que estén los compañeros golpeando las manos en la puerta de la casa de un militante del PO. El revolucionario analiza, comprende y pone más fuerzas para cumplir con la misión histórica del proletariado. Un abrazo a todos.