Políticas

28/9/2000|682

Techint tiene Ministro de Educación

El nuevo ministro de Educación, Hugo Juri, “fue clave para facilitar la radicación de la firma Motorola en esta ciudad. Cedió terrenos de la Universidad y adaptó la currícula de las carreras tecnológicas” (Clarín, 23/9). El Estado provincial y el municipio cordobés desembolsarán cerca de 40 millones de dólares para crear, “si el mercado lo permite” (según la propia empresa), 500 puestos de trabajo. Juri fue, antes, secretario de Salud del intendente de Córdoba, Martí, y decano de la Facultad de Medicina de la UNC donde impulsó el negocio de los cursos de posgrado arancelados y promovió todas las tendencias privatizadoras, el arancelamiento y la restricción del ingreso.


Juri impulsa la creación de un Bachillerato universitario que otorgaría títulos (sin ninguna validez real) luego de 3 años de cursada. Lo que interesa por sobre todo a Juri es adaptar los planes de estudio a las necesidades de las empresas, ahorrándoles el gasto de entrenamiento laboral. Por eso defiende los títulos intermedios y “puso como ejemplo que los directivos de la empresa Motorola… pidieron recursos humanos de este nivel” (La Voz del Interior, 7/6). Juri impulsó a fondo las pasantías en casi todas las facultades, lo que motivó la queja de las asociaciones profesionales. Liliana Arrieta, presidenta del Colegio de Profesionales de Trabajo Social, denuncia que “la consecuencia inmediata (de las pasantías universitarias) es la falta de trabajo para los profesionales y las serias limitaciones con que se realizan los estudios encargados… cada vez se emplea menos a los trabajadores sociales y cuando se los contrata… (se lo hace) en condiciones de precarización total. Los pasantes entran con un salario de 150 a 400 pesos” (Comercio y Justicia, 27/7).


En cuanto al financiamiento universitario, Juri es partidario de la “contribución” estudiantil obligatoria, extendida a cualquier trámite universitario, así como el arancelamiento de los cursos de posgrado. “Juri quiere que los profesionales paguen, (para lo cual) tiene la idea de presentar un proyecto en la Cámara de Diputados de la Nación” (La Voz del Interior, 5/7/99). Durante el decanato de Juri, el hospital de clínicas y la maternidad nacional dependientes de la Facultad de Medicina de la UNC pasaron a ser autogestionados y hoy están prácticamente al borde de la desaparición.


En relación a los trabajadores de la Universidad, Juri actúa como un verdadero patrón. Ha condicionado el reparto de fondos salariales a la introducción del Programa de Reforma y Reestructuración Laboral, es decir, la flexibilidad laboral para docentes y no docentes. En acuerdo con la burocracia, ha introducido cláusulas de premios y estímulos. Pero, además, “el 86% de los profesores universitarios tiene un sueldo bruto de menos de 500 pesos. el 53% del plantel docente no llega a los 100 pesos de sueldo básico mensual en ningún caso” (La Voz del Interior, 14/7).


Al igual que Llach, Juri es clerical y privatista, pero, quizás más que aquél, es un claro exponente del Polo Productivo, que encabeza Techint y que no excluye a la extranjera Motorola, el cual plantea succionar a fondo los recursos del Estado y liquidar todo vestigio de protección laboral, para un seudo-desarrollismo industrial, que servirá para llenar los bolsillos de cuatro o cinco “capitanes de la industria”, pero que de ninguna manera superará la condición industrial de Argentina, de armaduría de la industria mundial.