Políticas

12/3/2009|1074

Tigre: Un gobierno en caída libre

En las vísperas de una gran lucha

El sábado 28 de febrero, una feroz represión se desató contra un grupo de artistas callejeros que luchan por su derecho al trabajo, y a paseantes que se solidarizaron con ellos al ver la golpiza. La Bonaerense, la Federal y hasta la Prefectura se asociaron para cumplir las órdenes emanadas desde lo más alto del Ejecutivo municipal.

¿Por qué, se preguntaron los ocasionales testigos, tamaña reacción?

Porque el gobierno municipal es “un manojo de nervios” frente a una situación que lo desborda.

El distrito en el que Massa triunfó por una abrumadora diferencia de votos es hoy una caldera. Las movilizaciones contra el aumento de tarifas nacieron de Don Torcuato, la zona de Tigre en la que el Frente para la Victoria había ganado con mayor amplitud. Es decir, quienes han salido a reclamar con más fiereza son los mismos que confiaron en el gobierno.

Las prometidas “agua potable y cloacas para todos” se han revelado una estafa.

En septiembre, la Municipalidad “inauguró” en Las Tunas la red de agua potable -plan “Agua más Trabajo” mediante- con planta potabilizadora propia. Hoy se sabe que son siete pozos que extraen agua con bombas centrífugas de las napas más contaminadas de Tigre (y posiblemente de todo el GBA) y que Aysa se encarga de “potabilizar” a mano. Además de un agua de dudosa procedencia, cuando se corta la luz, se corta el agua. En Rincón de Milberg, los vecinos se autoconvocaron ante la falta del líquido; el municipio, con funcionarios de segunda categoría y punteros de cuarta, montó una provocación.

Las recientes declaraciones de la directora general de Gestión Ambiental de Tigre, Leticia Villalba, son una radiografía brutal de un gobierno: “En el distrito hay empresas políticamente intocables”, “el municipio no cuenta con un plan de contingencia para este tipo de emergencias ambientales y sus consecuencias sanitarias”. Ocurre que se habían volcado más de 50.000 litros de desechos cloacales en el arroyo Las Tunas. El gobierno municipal es un títere de la industria contaminadora, la patria contratista y los emprendimientos inmobiliarios.

Un gobierno municipal que reconoce públicamente lo que reconoció Villalba, es un gobierno en demolición.

En paralelo, los despidos y/o suspensiones son moneda corriente en las fábricas de la zona: Dana, Pabsa, Frigorífico Rioplatense… VW ha vuelto a suspender y en Terrabusi/Kraft se anuncian despidos de trabajadores efectivos.

Cuando regresen de las suspensiones, los trabajadores de las grandes empresas mecánicas de la zona (Ford y VW) enfrentarán la misma situación de las demás empresas; nuevas suspensiones y despidos. Las madereras están echando gente todos los días, lo que no se refleja en las estadísticas por el alto componente de trabajadores precarizados. Ice Cream y Frigor lo han resuelto de otra manera: inventaron a los trabajadores “efectivos por temporada”, pero son maniobras que no pueden durar.

Frente a esta situación general y previendo las futuras luchas, el gobierno de “Chirolita” Zamora, a través del secretario de Protección Ciudadana, Carlos Santillán, prefiere curarse en salud y convertir a Tigre en zona bajo custodia.

La represión del 28 de febrero pasado no es grave sólo por lo que pasó, sino también por lo que preludia. El mensaje de la intendencia es claro: No vamos a dejar que se manifiesten. No vamos a dejar que el Tigre del turismo, de los countries y los barrios cerrados, el “Tigre distinto”, se vea empañado por la movilización popular. Pretenden impedir la manifestación independiente de los vecinos y los trabajadores.

Es un mensaje dirigido a los trabajadores de las plantas, los vecinos de Rincón de Milberg que se organizan contra la falta de agua, los usuarios de energía estafados, las asambleas que están emergiendo en el distrito.

Convoquemos a asambleas barriales que discutan todos los problemas: la falta de agua, la desocupación, el hambre, la inseguridad, los tarifazos, la mugre, las cloacas. TODO.

Tomemos en nuestras manos la solución de nuestros problemas. El gobierno municipal ha dado muestras claras que gobierna para unos pocos y conocidos.

Convoquemos a una gran movilización popular contra la represión. Tenemos que hacerle pagar caro el atrevimiento de agredir a trabajadores movilizados defendiendo sus derechos.

Que la crisis no la paguemos los trabajadores con más miseria, desocupación e inseguridad.

¡Qué la paguen los capitalistas!

Luis Antón