Políticas

15/4/2004|846

Todos somo Metrovias y TDO

Santa semana, ¡si las hubo! Primero, los compañeros del subte de Buenos Aires, que conquistaron la jornada de 6 horas, hicieron morder el polvo de la derrota a la conspiración montada entre el Ministerio de Trabajo y la burocracia de UTA.


Por medio de un convenio firmado a espaldas de los trabajadores pretendían promover un despido masivo de trabajadores.


Invocaban para ello una ‘innovación tecnológica’ que no planteaba ninguna ‘innovación’ en las vetustas instalaciones de los talleres, ninguna renovación en las vías, ningún cambio real de vagones, ni siquiera en la señalización o normas de salud y seguridad.


La burocracia de la UTA había pretendido imponer la renuncia a las seis horas.


Luego de haber tenido que recular durante varios años ante la ofensiva patronal, la derrota de los Roggio por la organización que encabeza el cuerpo de delegados marca un principio de viraje en la tendencia del conjunto del movimiento obrero.


La lucha de Metrovías fue apoyada por una gran movilización piquetera.


Los desocupados concurrían a la solidaridad con los ocupados cuando lo habitual, bajo el capitalismo, es que sean forzados a actuar como rompehuelgas.


Segundo, la lucha enérgica y victoriosa de Metrovías conmovió las entrañas de otro gran sector obrero, los choferes de TDO, sus compañeros de sindicato.


El lunes 12 conmovieron al país ocupando Plaza de Mayo con casi un centenar de colectivos y más de mil choferes y sus familias.


Venían a denunciar la trenza de las intendencias, los buitres del transporte y la patronal vaciadora que ha vaciado la empresa.


Venían a denunciar los subsidios del gobierno, no a los trabajadores, sino a los vaciadores.


Venían a defender salarios, puestos de trabajo y la misma empresa, y si es necesario a que sea expropiada y entregada a los trabajadores.


El miércoles 14 volvieron a la Plaza y organizaron un acampe.


Es que se trata de una lucha entre la vida y la muerte.


Metrovías y TDO no eran sino una réplica de los petroleros de Santa Cruz y de las piqueteras de Caleta Olivia, que acaban de imponer una sonora victoria contra las Repsol que acaparan el gas contra el pueblo.


La réplica de los obreros de Gatic que, en San Martín, Pigüé y Coronel Suárez reclaman la puesta en marcha de la fábrica con cooperativas y gestión obrera.


Los piqueteros de puertas adentro se han puesto definitivamente en marcha.