El domingo 8 de noviembre, la Asamblea de Vecinos de la toma de Merlo Gómez votó la aprobación del proyecto de ley de expropiación presentado por Guillermo Kane, diputado del Frente de Izquierda.

 

La asamblea, que reunió a más de 250 vecinos, fue el resultado de una intensa actividad previa de difusión del borrador en toda la toma y de reuniones con los vecinos para debatir en profundidad la ley.

 

El proyecto prevé la expropiación de las tierras y su adjudicación a las familias ocupantes. Establece un plan inmediato de urbanización y viviendas, con acceso a los servicios esenciales. El monto a abonar por la vivienda será en cuotas mensuales que no podrán exceder el 10% del ingreso familiar.

Por último, el proyecto establece una Comisión de Control de las obras integrada por vecinos. La medida apunta a profundizar el protagonismo de los propios vecinos en la construcción de un barrio nacido al calor de la lucha por el derecho a la vivienda de más de 3.000 familias trabajadoras.

 

Un grupo minoritario de vecinos se opuso al proyecto con el argumento de que el intendente electo Gustavo Menéndez los iba a “ayudar”, pero que había que esperar al 10 de diciembre, cuando asumiera. Además, pusieron en duda la “ayuda” de Menéndez si se aprobaba el proyecto de expropiación.

 

Menéndez, el intendente electo, no sólo no puso un pie en la toma durante estos 20 días, sino que difundió un video donde expresa abiertamente que está “en contra de la toma”. Por si quedaran dudas, hizo una denuncia en la fiscalía de Morón donde responsabiliza a Othacehé por la ocupación, pero apunta al desalojo de las familias con necesidades habitacionales genuinas.

 

Menéndez fue secretario de Vivienda de Othacehé y es funcionario del gobierno de Scioli, de manera que también es responsable del enorme déficit habitacional del distrito -una constante nacional.

 

Menéndez ya demostró su oposición a las expropiaciones cuando se apareció en Petinari a persuadir a los trabajadores que abandonen su lucha por los puestos de trabajo y arreglen judicialmente con la patronal. Los obreros, sin embargo, avanzan en la autogestión, la fábrica está trabajando y la expropiación ya tiene media sanción.

 

Los voceros de Menéndez en la asamblea se oponen a la expropiación porque es una salida genuina para el conjunto de los vecinos y rompe con la lógica clientelar de “ayuda” para unos pocos.

 

El planteo de la asamblea fue reclamar la presencia del intendente electo en la toma y que comprometa a los legisladores del Frente para la Victoria a votar a favor del proyecto de expropiación que garantiza la tierra a todas las familias ocupantes.

 

El desafío por delante es impulsar una gran campaña de movilización, con asambleas por barrio, la firma de un petitorio en apoyo al proyecto, una audiencia pública en la Legislatura y la visita a los legisladores de otras fuerzas para comprometer su apoyo a este proyecto, que ya es el de las familias ocupantes.