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Alperovich y Beatriz Rojkés, su esposa y presidenta provisional del Senado, fueron dos de los dirigentes K que en forma temprana y casi exclusiva salieron a dar la cara por el vicepresidente, Amado Boudou. Este protagonismo fue impulsado no sólo porque entre Alperovich y Boudou hay negocios compartidos, sino porque una investigación a fondo del affaire con Ciccone podría terminar con ambos socios tras las rejas.

Cuando tomó estado público la vinculación del vicepresidente con la ex Ciccone Calcográfica, Alperovich anunciaba la posibilidad de privatizar totalmente el Casino provincial porque, según afirmaba, da pérdidas. Casualmente, quería entregar los juegos de paño a la misma empresa que gestiona las máquinas tragamonedas desde diciembre de 2005, cuando la provincia -bajo el gobierno del mismo Alperovich- lo autorizó por contratación directa. Se trata de Impresora Internacional de Valores (Ivisa), una firma que nació en 1963 como impresora de cheques y de billetes y luego incursionó en los juegos de azar.

Según La Gaceta (19/4), Ivisa presta el servicio de automatización de quinielas en Tucumán desde 1999, luego de imponerse en una licitación pública. En ese momento, Alperovich se desempeñaba como ministro de Economía de la provincia, nada menos. De acuerdo a resoluciones de la Caja Popular de Ahorros de la Provincia, entre 2005 y 2010 Ivisa recibió créditos por 15 millones de pesos; y entre 2009 y 2011, la firma recibió subsidios de 20.000 a 45.000 de pesos por mes (ídem).

Como se ve, la aceitada relación entre Ivisa y Alperovich lleva más de una década. El vínculo entre esta empresa y Ciccone dataría de unos cuantos años más. En 1995 el gobierno de Carlos Menem entregó, por medio de la licitación 4/95, las operaciones de la confección y emisión de las cédulas y de los pasaportes argentinos a Ciccone. Esta empresa había ofertado poco más que Boldt SA, Permaquim SA, Martiel SA e Ivisa. (La Nación, 30/4/00). El diario señala, además, que casi todas las firmas que intervinieron en aquella operación estaban vinculadas con Ciccone: Martiel era su representante en Brasil, Ivisa estaba relacionada por medio de negocios de juego y Boldt conformaba la UTE con Ivisa.

La amistad de Alperovich con Boudou es la de dos socios en negociados turbios. El caso Ciccone es apenas la punta del iceberg. La totalidad de estos sólo saldrán a la luz a partir de una investigación independiente de las camarillas políticas y judiciales, que termine con la cárcel a los corruptos y mafiosos.