El llamado a declaración indagatoria del ex rector kirchnerista de la UNT, Juan Cerisola, y de un grupo de ex funcionarios, entre ellos el ex diputado nacional por la UCR, Luis Sacca, en una causa en la que se investiga el manejo de los fondos provenientes de minera La Alumbrera (de la que la UNT es socia en Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio -Ymad) ha abierto una crisis política de alcances provinciales e incluso nacionales.

Las auditorías realizadas por la Sindicatura General de la Nación (Sigen) pusieron en evidencia no sólo que hubo sobreprecios en numerosas obras realizadas entre 2006-2009 sino que la UNT violó la ley de Obras Públicas para poder adjudicar esas obras de un modo discrecional. Además, se investiga la comisión de otros delitos, como el cobro de intereses a través de la colocación de estos fondos en el circuito de la especulación financiera. Un verdadero calco del sistema de sobreprecios y robos que montaron los K Lázaro Baez, Lopez y compañía.

En búsqueda de impunidad, el ex rector y el ex diputado nacional de la UCR Sacca, amenazaron con rebolear la media y entre otras cosas, exponer la complicidad de la UCR y del actual “ministro” macrista (director del Plan Belgrano), José Cano, con el manejo turbio de estos fondos, en lo que refiere al financiamiento de su campaña electoral para diputado. También amenazó con exponer responsabilidades y chanchullos del conjunto de las camarillas universitarias. Es claro que Cerisola o Sacca no quieren quedar como chivo expiatorio y cargar con todas las culpas de la asociación ilícita que ha venido gobernando la UNT en todos estos años.  Ante posibles derivaciones de esta crisis, la actual conducción de la UNT abrió una nueva causa (sólo contra una funcionaria de menor rango), preparando el terreno para futuras maniobras y pactos. La actual rectora, Bardón, fue la vicerrectora de Cerisola durante su mandato y no puede estar al margen de todos estos negociados y debe ser también investigada.

La Justicia federal, por su lado, opera en medio de contradicciones debido al entrelazamiento de algunos camaristas, fiscales y jueces con diversas camarillas universitarias (el actual presidente de la Cámara Federal fue consejero superior de Cerisola, por ejemplo) y a la disputa de diversas fracciones en su seno. La lentitud de las causas que se siguen por contaminación y corrupción de la UNT-Ymad da cuenta también de un alineamiento con la minería contaminante.

Para avanzar contra el vaciamiento y la corrupción, es necesario que toda la comunidad universitaria tome cartas en el asunto, como lo está haciendo Adiunt, que reclama que se abran los libros y se constituya una Comisión Investigadora Independiente, elegida democráticamente por docentes, estudiantes y no docentes, para que se aboque a la investigación integral de los negociados con los fondos provenientes de Ymad.

La consigna de la inmediata ruptura del vínculo que UNT-Bajo La Alumbrera es más actual que nunca.