Políticas

3/11/2017

Tucumán: gran elección del FIT, gran campaña del PO


En las recientes elecciones generales compitieron cuatro listas: el Frente Justicialista, Cambiemos por el Bicentenario, Fuerza Republicana (el bussismo) y el Frente de Izquierda. Estaba en juego solo la elección de cuatro diputados nacionales.


 


En las Paso, el Frente Justicialista encabezado por el vicegobernador Osvaldo Jaldo había superado por 200 mil votos a Cambiemos por el Bicentenario encabezado por el radical José Cano. Una diferencia aplastante que si se hubiera repetido en las elecciones del 22 de octubre hubiera significado que el peronismo se llevara 3 de los 4 cargos en disputa, aunque si Cambiemos lograba descontar 35 mil votos entraba en la disputa por el 4º diputado.  


 


En función de esta posibilidad, el macrismo cambió de estrategia y planteó nacionalizar la campaña destacando que se votaba a favor o en contra de Macri. Con esta decisión Cano desapareció casi totalmente de la campaña. Fue sustituido por la presencia semanal de un dirigente nacional de Cambiemos comenzando por el propio Macri y luego siguieron Gabriela Michetti, Marcos Peña, Rogelio Frigerio y otros de menor relieve.   


 


Quien se resistió a que la campaña quedara confinada a los dirigentes nacionales de Cambiemos fue el intendente de la capital, Germán Alfaro (un justicialista disidente), que puso en juego un enorme aparato punteril y la ayuda de Libre del Sur.


 


Bussi y la crisis del justicialismo                         


 


El Frente Justicialista finalmente ganó la elección pero la diferencia con Cambiemos se redujo de 200 mil votos en las Paso a 140 mil. Esto le permitió a Cambiemos conquistar un segundo diputado nacional y las cosas quedaron repartidas.


 


A la hora de mirar los números se puede constatar que la pérdida de votos del Frente Justicialista no fue a parar a Cambiemos sino a Fuerza Republicana que logró superar los 150 mil sufragios (15%) y por 4.000 votos no logró conquistar un diputado. Cuando se buscó una explicación a este fenómeno se comprobó que varios intendentes, delegados comunales, y legisladores que responden al ex gobernador José Alperovich habían dado la orden de votar a Bussi para que el FJ encabezado por Jaldo y apadrinado por el gobernador Manzur solo lograra dos diputados. Como Alperovich ya anunció que en 2019 piensa volver a disputar la gobernación, no podía permitir que Manzur y Jaldo quedaran mejor posicionados.  


 


La respuesta a esta provocación de Alperovich vino al día siguiente de la elección cuando la capital amaneció toda afichada con la consigna Manzur-Jaldo 2019, y posteriormente con una reorganización de la conducción de la legislatura donde fueron desplazados todos los legisladores vinculados al ex mandatario provincial. A esto se sumó el reemplazo de un legislador alperovichista, que por diversos cuestionamientos judiciales no pudo asumir, por otro que responde al jaldismo.


 


Es una guerra de camarillas que recién comienza y que amenaza con un estallido del PJ.  


 


Manzur-Macri: el ajuste y la justicia


 


Manzur y Jaldo hicieron campaña destacando que iban a defender al pueblo de Tucumán. Pero no pasaron 24 horas que ya arrugaron por medio de declaraciones conciliadoras con el gobierno nacional, que ha reclamado que en Tucumán se proceda a una reforma impositiva con la rebaja o eliminación de ingresos brutos que representa el 75% de los ingresos que el gobierno recauda en la provincia. Esto obligaría al gobierno a un ajustazo. Por otro lado, Manzur espera un fallo desfavorable de la Corte Suprema Nacional frente al reclamo de María Eugenia Vidal de actualización del Fondo del Conurbano, que en el caso de Tucumán implicaría la pérdida de 3.000 millones de pesos anuales de ingresos nacionales. Como si esto fuera poco, el mes pasado se acordó con la AFIP una actualización fiscal de la deuda provincial, lo que provocó un aumento automático del 60%. Ahora la deuda ya supera los 10 mil millones.


 


Manzur y Jaldo están obligados a hacer buena letra. Para condicionar más a fondo al gobierno provincial, Macri cuenta con un sector de la justicia federal. Recientemente, Casación  revocó un fallo que absolvía a Manzur respecto al caso Qunita [investigación de corrupción en un programa de asistencia a la madre del recién nacido]. A la vez, en el ámbito de la justicia federal están en curso otras 4 causas con distintas imputaciones cuando Manzur era el ministro de Salud de CFK.


 


En paralelo, han comenzado a rodar un cúmulo de denuncias sobre distintos negociados que ya ha provocado la renuncia de varios funcionarios en el ámbito del Instituto de la Vivienda.  El propio Alperovich también está cada vez más jaqueado judicialmente pues aparece involucrado en algunas de las causas en las que están imputado Julio De Vido y José López, y a la vez hay claros indicios de que antes de fin de año podría iniciarse el juicio oral del caso Paulina Lebbos que podría poner a todo el régimen político provincial en el banquillo.


 


La crisis de Cambiemos y la reforma política


 


 El macrismo está interviniendo en todos los terrenos de la situación provincial, incluyendo la interna de Cambiemos. Cano es una figura cada vez más cuestionada dentro de la UCR. A la vez, el intendente Alfaro se sigue reivindicando peronista y en el macrismo prevalece la opinión de no peronizar a Cambiemos, es por eso que han comenzado una campaña para instalar la figura del ex ministro de economía Alfonso Prat Gay como futuro candidato para la gobernación. 


 


Por otro lado, desde el macrismo han reclamado una reforma política. Desde la justicia electoral provincial avisaron que para el año que viene ya habría más de 1.000 partidos provinciales y que para las elecciones se presentarían alrededor de 3.800 acoples.


 


El fantasma de la pueblada contra el fraude de 2015 ha llevado a que el gobierno de Manzur tome la iniciativa de impulsar la modificación del régimen electoral provincial pero sin eliminar los acoples que tienen rango constitucional. Cambiemos, a su vez, se ha pronunciado a favor de los acoples pero de manera acotada. Faltan dos años para las próximas elecciones provinciales y ya se han transformado en una fuente de crisis política. 


 


El FIT y la campaña del PO


 


La elección del FIT, con 46 mil votos (4,7%), es la más importante de los últimos años, sólo superada en porcentaje por los resultados que obtuvo el PO en la Constituyente del 2006.


 


En la Capital y Yerba Buena el porcentaje superó el 6%. En Tafí Viejo el 5%. 


 


Fue una campaña donde el FIT y en particular el Partido Obrero, han quedado fortalecidos política y organizativamente con decenas de nuevas incorporaciones, nuevos frentes de intervención y localidades donde se ha abierto un trabajo político en el curso de la campaña.


 


En el debate de candidatos televisados fue unánime la opinión de la consistencia y superioridad de los planteos realizados por Ariel Osatinsky (nuestro candidato a diputado nacional), que logró una importante instalación como resultado de la campaña que hemos desarrollado.


 


El PO consiguió casi 700 fiscales. Realizó importantes actividades en oportunidad de la visita de Jorge Altamira, organizó y movilizó más de 200 mujeres luchadoras al Encuentro Nacional en Chaco, realizó una campaña especial sobre la Universidad (UNT) con un importante pronunciamiento de docentes e investigadores.


 


La campaña estuvo ligada al proceso político y las luchas populares. El caso Maldonado dio lugar a un proceso de movilización que sirvió en su desarrollo para delimitarnos de prácticamente todas las tendencias, incluso del PTS que cuando apareció el cuerpo y se confirmó que era el de Santiago, declaró que levantaba la campaña electoral, una adaptación a la política de todo el arco patronal comprometido con el crimen o su encubrimiento, que habían anunciado que levantaban su campaña electoral.


 


En contraposición, el PO mantuvo hasta el sábado 21 su iniciativa de movilización, y el viernes 20, cuando se realizó una autoconvocatoria, ya en la veda, llamó a continuar con la movilización unitaria y planteó que la lucha por el juicio y castigo debía continuar el domingo con el voto a la izquierda y luego el lunes uniéndola al repudio al naftazo.


 


Los 46 mil votos, el haber quedado como 4º bloque electoral en la provincia, es una importante base para abordar el proceso que se viene de ajuste, ataque a las conquistas de los trabajadores y a los derechos democráticos. En este sentido, está planteado reforzar la agitación, la propaganda y la organización sistemática en los principales frente obreros y sindicales de la provincia, al igual que los colegios y facultades, y -como lo venimos haciendo en el movimiento de la mujer- ponernos a la cabeza en la lucha por una alternativa política obrera y socialista.