Esta semana lanzamos públicamente la Mesa por un Encuentro Nacional de Mujeres laico y anticlerical, presentando el pronunciamiento que elaboramos con las integrantes y realizando una mesa panel sobre la salud sexual y reproductiva de las mujeres, y la necesidad de laicismo.

La mesa-panel, realizada en la Facultad de Derecho, suscitó mucho interés. Alrededor de 60 mujeres de distintos lugares debatimos sobre la injerencia clerical en los derechos sexuales y reproductivos.

Una de las panelistas, trabajadora de la Maternidad, denunció el trato diferencial para la atención obstétrica y ginecológica. Destacó que hay un solo médico en la segunda maternidad más grande de América Latina, destinado a la atención de la salud sexual. Por otra parte, también denunció la penalización de las mujeres que asisten para pedir el acceso al aborto no punible y cuando llegan en situación postaborto.

Otra de las panelistas denunció el lobby que hace la Iglesia para trabar las distintas leyes. Tucumán es una de las dos provincias, junto a Formosa, que no adhieren a la ley nacional de salud sexual y reproductiva. Una vez que se conquistan ciertos derechos, la Iglesia usa distintos mecanismos para bloquearlos, como la colonización de los comités de bioética, de los equipos de salud sexual y la objeción de conciencia.

Otras de las exponentes, referente del movimiento por un parto respetado, denunció cómo el mandato de la mujer a la maternidad también es castigado al momento del parto y como se sigue poniendo a la mujer en el lugar de tutelada.

Desde el Plenario de Trabajadoras, llamamos a movilizar al Encuentro de Mujeres y la necesidad de la independencia del Estado y de la Iglesia.

Alejandra del Castillo