TUCUMAN | La Daia concurre a un debate sobre la masacre sionista

Doscientas personas se acercaron al Patio Lorca para debatir la masacre sionista en Gaza. Participaron Rubén Kotler, historiador (uno de los principales impulsores de “En nuestro nombre no”, un pronunciamiento de personalidades de origen judío de la provincia contra la masacre); Benjamín Mahmud Aid, sheik de la mezquita El Mártir, y Daniel Blanco, del Partido Obrero.

Se hizo presente en la reunión una nutrida delegación de los sionistas tucumanos, encabezada por el secretario adjunto de la Daia local, Fabián Neiman, quien fuera recientemente denunciado por amenazas a personalidades de la cultura que han alzado su voz crítica contra el genocidio palestino. 

Los panelistas expusieron con gran consistencia sus puntos de vista. Kotler desarrolló un detallado panorama de las voces judías que se están rebelando en todo el mundo contra el sionismo y sus planes de limpieza étnica; trajo a colación casos muy relevantes de censura por parte del Estado de Israel y dejó perfectamente claro que sionismo y judaísmo no son de ninguna manera sinónimos. Finalizó con la lectura de un fragmento de Laura Ginzberg (“Con los ojos en Gaza”) que conmovió a la audiencia.

Aid también desenvolvió una delimitación entre judíos y sionistas desde la perspectiva musulmana. Destacó que la convivencia entre árabes y judíos había sido pacífica antes de la creación del Estado sionista y que el sionismo había organizado grupos terroristas para expulsar a los palestinos de sus tierras.

Blanco se limitó al análisis de la masacre reciente. Reivindicó la resistencia palestina, delimitó al judaísmo del sionismo, y denunció al gobierno argentino y a la oposición parlamentaria por su colaboración con el Estado sionista. También denunció la campaña que la Embajada de Israel y la Daia, en complicidad con algunos medios, estaban llevando adelante para criminalizar las manifestaciones y otras acciones en repudio a la masacre, y explicó la salida socialista para Medio Oriente.

Cuando se abrió el debate, Neiman pidió rápidamente la palabra para plantear la ‘historia oficial’ del sionismo, incluso buscando enfrentar entre sí las posiciones de quienes estaban en la mesa. Fue rebatido ampliamente por los panelistas. Las restantes intervenciones de los sionistas tuvieron como eje defender al Estado de Israel de los crecientes cuestionamientos internos por parte de la comunidad judía. El público intervino vivamente en el debate: con sus aplausos y silencios, dejando en claro de qué lado se ubicaban las simpatías. La polémica se extendió mucho más del horario permitido. Hubo intervenciones del público y de los panelistas que fueron completando los puntos de vista sobre el régimen político de Israel, las reivindicaciones del pueblo palestino, la crisis y su relación con la crisis mundial, el gobierno de Obama.

¿Cómo interpretar la inédita concurrencia de una delegación sionista a una convocatoria de estas características? Pensamos que es una expresión de la influencia de la campaña contra la masacre de Gaza por parte del Comité de Apoyo, formado a nivel nacional, y del creciente divorcio de la comunidad judía con el sionismo fuera de Israel.

Diego Toscano