Políticas

18/3/2020

Tucumán: Manzur cierra las paritarias por decreto

La lucha de los trabajadores del Estado impuso el cobro de la cláusula gatillo.

El gobernador de Tucumán, Juan Manzur, tuvo que dar marcha atrás ante la andanada de luchas trabajadores estatales, docentes y de hospitales públicos. Finalmente, anunció que a partir del próximo mes pagará la cláusula gatillo que adeuda desde hace tres meses. Este recule, sin embargo, estuvo acompañado de un cierre de las paritarias por decreto, a la baja, escudándose en la situación de emergencia declarada ante la pandemia del coronavirus.


Durante los últimos meses se sucedieron gigantescas marchas y autoconvocatorias docentes, paros en hospitales, cortes de ruta y quites de colaboración en varias reparticiones que salieron a la calle para rechazar el intento de recortar las horas extras -que en muchos casos son una parte vital de los salarios. Se sucedieron grandes convocatorias en Plaza Independencia, que expresaron una rebelión contra las burocracias de los sindicatos estatales. El repudio al gobierno de Manzur viene creciendo en amplios sectores de trabajadores.


El Gobernador brindó un discurso desde la Casa de Gobierno en el que anunció que la cláusula gatillo se pagará desde abril pero con carácter no remunerativo (es decir en negro) salvo para aquellos que estén a menos de 10 años de jubilarse, mientras que lo adeudado en los tres meses anteriores se pagará en seis cuotas a partir de julio. También reculó, por ahora, con la iniciativa de reducir las horas extras y las extensiones horarias, pero respondió en forma incierta al reclamo de titularización de los empleados públicos. Por último, comunicó que entregarán a todos los estatales un bono de 1.800 pesos por única vez.


Con estas medidas el gobierno dio por cerrada la discusión salarial hasta junio, y llamó a todos los sindicatos a quedarse en una suerte de cuarentena, postergado los reclamos porque “estamos en emergencia”. Esta clausura de la paritaria por decreto y con aumentos en negro fue anunciada junto a una parte importante de las direcciones de los sindicatos estatales.


El gobierno busca prevenirse por los efectos que puede generar la pandemia en una provincia con un sistema de salud devastado, del que la mayoría de los médicos huyen hacia la actividad privada. Los salarios iniciales de los médicos no llegan a cubrir la canasta familiar, y la infraestructura está en ruinas. Los enfermeros deben trabajar en dos y hasta tres sanatorios u hospitales para reunir un salario que les permita cubrir sus necesidades. El personal administrativo cobra salarios de pobreza, al igual que en resto de la administración pública.


Manzur presentó este recule parcial como una muestra de “solidaridad” con los trabajadores. En realidad, es un triunfo parcial de las importantes luchas que recorrieron la provincia en todo el sector público, pero es también un intento de valerse del coronavirus para cancelar este ascenso de la combatividad contra el ajuste. Los trabajadores debemos organizarnos para luchar contra la pandemia y contra el gobierno ajustador.