Políticas

9/1/2003|787

Tucumán, San Pablo

El delegado comunal de San Pablo, que se robaba la plata de nueve comedores y dejaba sin comer a más de 1.500 niños, rápidamente, después de ser detenido por la policía, fue puesto en libertad, luego de una operación montada por el gobierno. En el lapso que estuvo preso, los comedores volvieron a funcionar, pero esto al solo efecto de contener la ira popular. Los comedores ya no funcionan más, funcionaron sólo por dos semanas y el único que sigue en pie al día de hoy es el comedor del Polo Obrero. El Estado capitalista no puede dar de comer a aquéllos que explota diariamente; la actual descomposición del PJ y sus luchas internas de camarillas están matando de hambre a los niños de los barrios. Para que los comedores vuelvan a funcionar tienen que pasar a manos de una Asamblea Popular en San Pablo que se haga cargo de solucionar los problemas de los trabajadores de la zona, ésta es la salida. ¡Fuera Castro, Asamblea Popular!