Políticas

20/12/2012|1253

Tucumán, terremoto político: más que nunca, Fuera Alperovich

El fallo absolutorio a todos los imputados por el caso Marita Verón ha desatado una reacción popular que sacude al gobierno de Alperovich.


El jueves pasado hubo una movilización con más de 5.000 personas para repudiar a Alperovich, a pesar del esfuerzo de La Cámpora para restringir el repudio a los jueces del Tribunal. En la concentración, la intervención de Daniel Blanco y Alberto Lebbos demolieron los planteos de quienes pretenden absolver al gobierno. Alberto Lebbos es el padre de Paulina Lebbos, secuestrada por la trata, que luego apareció muerta, sin que la investigación condujera a nada. Este asesinato motivó innumerables movilizaciones en Tucumán, las que, sin embargo, no contaron con el apoyo de un sector de la izquierda que hoy se suma al repudio de la absolución.


La madre de Marita ha reclamado el juicio político al Tribunal e incluso la intervención del Poder Judicial, a la par de pedirle al gobernador que "saque a toda la basura que lo rodea". Acusó de "inútil" al ministro de Seguridad, López Herrera, quien tuvo que presentar la renuncia. Alperovich lo reemplazó con quien venía oficiando de jefe de Gabinete, Jorge Gassenbauer. En forma inversa, Susana Trimarco no ahorró elogios para la gestión de gobierno de Alperovich. El oficialismo ha cercado en todo sentido a Trimarco para desviar la indignación popular hacia los escalones inferiores del poder.


Alperovich descubrió tardíamente que "el fallo es una vergüenza" y se declaró partidario de hacerles un "jury de enjuiciamiento" a los miembros del tribunal. Es un intento de ganar tiempo y desviar la responsabilidad política de las relaciones de su gobierno con la mafia tucumana. Un alperovichista de la Corte, Antonio Estofan, advirtió contra una intervención federal al Poder Judicial, como ocurrió en Santiago del Estero o Catamarca, por los casos de María Soledad y los delitos de la policía santiagueña. En Tucumán se apilan numerosas causas, entre ellas el caso Lebbos, y otras que involucran personajes del poder -además de numerosas denuncias de corrupción contra el gobernador, el vice y gran parte del gabinete provincial. La esposa del gobernador, la senadora Betty Rojkés, podría perder la presidencia provisional del Senado, por haber declarado que la "prostitución existe y siempre va a existir". Este dicho refleja que, para Rojkés, los traficantes de personas se limitan a desarrollar un mercado establecido.


Tucumán es gobernada por una camarilla familiar, donde la Legislatura y el Poder Judicial son una suerte de escribanía del Ejecutivo, en la que las mafias del juego, la prostitución, la trata y las drogas están completamente entrelazadas con las fuerzas de seguridad y judiciales que responden al gobierno. La destitución del ministro de Seguridad es una tercerización desvalorizada del reclamo de que se vaya Alperovich. De lo contrario, los K seguirán operando para cooptar a las víctimas y neutralizar la indignación del pueblo.