Políticas

11/8/2016

U.V.I.: “Un proyecto confiscatorio del derecho a la vivienda”

Néstor Pitrola y Marcelo Ramal participaron de la reunión conjunta de Finanzas, Vivienda, Legislación General, y Presupuesto y Hacienda del Congreso Nacional que trató el proyecto del macrismo de creación de las Unidades de Vivienda (UVI).


Néstor Pitrola y Marcelo Ramal participaron de la reunión conjunta de Finanzas, Vivienda, Legislación General, y Presupuesto y Hacienda del Congreso Nacional que trató el proyecto del macrismo de creación de las Unidades de Vivienda (UVI).


El texto de la ley afirma que la función del UVI es “captar el ahorro de personas físicas y jurídicas o de titularidad del sector público, y destinarlo a la financiación de largo plazo en la adquisición, construcción y/o ampliación de viviendas en la República Argentina”. La UVI se aplicaría como método de crédito y de ahorro, ajustable según el costo de la construcción. Pitrola y Ramal desenmascararon esta política, que agravará el problema de la vivienda en todo el país.


Pitrola se refirió a la viabilidad de este plan de indexación de las deudas para los trabajadores, en un año en que los salarios están cayendo, como mínimo, 10 puntos porcentuales frente a una inflación anualizada del 48%; Pitrola señaló que en cada devaluación se mantiene casi inalterado el precio en dólares de las propiedades y se absorbe toda la devaluación en pesos, lo cual hace que el valor de las propiedades siga aumentando. Pitrola planteó que si hay una deflación del precio de las propiedades y se combina con precarización laboral, tendremos la crisis de las hipotecas que desató la crisis mundial.


Ramal, por su parte, explicó que las UVI, al ser ajustadas de acuerdo al costo de la construcción y no de la evolución de los salarios, ante una caída del salario como la que está ocurriendo actualmente, el peso del endeudamiento para el trabajador va a ser mayor; la ley habla de calidad crediticia, que tiene que ver con la estabilidad laboral, pero por otro lado el gobierno propone mayor flexibilización laboral.


Ramal planteó que la salida que le da el proyecto a esta situación es una suerte de endeudamiento a perpetuidad y la esclavización de las familias al capital financiero; la relación entre el sueldo de un trabajador argentino y la vivienda es la más alta de la historia como resultado de la especulación inmobiliaria y de que los salarios no cubren la canasta familiar.


Frente a este cuadro, Ramal expuso el programa del Partido Obrero para resolver la problemática de la vivienda: que el ahorro nacional que hoy remunera al capital financiero en forma usuraria sea colocado en función de los intereses de la mayoría nacional y de la vivienda; que la banca –y en primer lugar la banca pública– destinen obligatoriamente una parte de sus recursos para la financiación de vivienda a tasa cero; que estos préstamos se relacionen de un modo fijo dando garantías al salario y nunca representen más del 20% del ingreso familiar; y una intervención sobre el suelo: un banco de tierras con el conjunto de tierras ociosas, impuestos de naturaleza progresiva a la enorme vivienda especulativa, y así formar un fondo que sirva para un impulso activo de la vivienda social.