Un “abrazo” lamentable…
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El “ataque” a la Legislatura fue armado por los servicios.
El pasado miércoles 21 un conjunto de legisladores lideraron un “abrazo simbólico a la Legislatura”. Durante la recorrida -relata "Noticias Urbanas”-, “los empleados y legisladores entonaron el Himno Nacional y se detuvieron en cada puerta del edificio, para aplaudir al personal de seguridad”. El acto, que fue encabezado por el procesista Santiago de Estrada, vicepresidente de la “casa”, unió al fascistoide Jorge Enríquez con Vilma Ripoll, de Izquierda Unida.
La Legislatura integra esa inmensa máquina de opresión que es el Estado capitalista. y no es, con seguridad, un “brazo” menor. Allí se urden cotidianamente conspiraciones contra el pueblo, como la privatización de espacios públicos de la Ciudad y la convalidación de una política sistemática de vaciamiento de la educación y de la salud. El edificio alberga a numerosos servicios, sea en la planta permanente o en los despachos de los diputados.
El carácter conspirativo de la institución legislativa se puso de relieve en los sucesos del viernes 16. El primer acto provocativo de la jornada fue la decisión de sesionar “en secreto” ese día, prohibiendo incluso la presencia de público y hasta de una delegación de los manifestantes. En vez de denunciar a “la casa”, IU se suma a su defensa.
La delegación piquetera que ingresó a la Legislatura el jueves 22, demostró cómo se gesta el contacto con los trabajadores reales del edificio, o sea sin cerrar filas en defensa del Estado.
Hace un año atrás, IU pretendió imponer el delito de opinión, oponiéndose al ingreso de Elena Cruz como diputada. Ahora marcha con los numerosos Elena Cruz que pueblan la Legislatura.