Políticas

2/11/2017|1480

Un ataque brutal a los jubilados

Reducción de haberes y aumento de la edad jubilatoria


El discurso de Macri y los trascendidos que publica el vocero oficial, Clarín, muestran que se avecina un ataque brutal a los trabajadores, a los jubilados y a los pensionados.


 


Respecto de la reforma que el gobierno de Cambiemos pretende implementar e imponernos, hasta ahora sólo se hablaba de la extensión de la edad para jubilarse, que se llevaría a 70 años para los hombres y 65 para las mujeres que, de imponerse, constituiría un ataque importante contra los trabajadores. Pero el “paquete” contempla otros ataques a los jubilados actuales y futuros.


 


Menor actualización


 


Según Clarín del 29/10, el gobierno se propone modificar la fórmula que ahora se utiliza para el cálculo de la movilidad establecida por la Ley 26.417 y reemplazarla por otra que le permita ahorrar 100.000 millones de pesos en el próximo año solamente en el pago de haberes, cumpliendo con lo pedido de rebajar los “gastos sociales” por el FMI y otros organismos financieros (ídem).


 


El plan del gobierno es actualizar por inflación, lo cual supone que en los haberes miserables que cobra la inmensa mayoría de los jubilados no habrá jamás una mejora en términos reales, es decir en cuanto a la cantidad de bienes que pueden adquirir.


 


Quieren liquidar el Fondo de Garantía


 


El interventor de la Anses, Emilio Basavilbaso, estimó que durante 2018, el Fondo de Garantía y Sustentabilidad (FGS) deberá destinar a la “reparación histórica” la totalidad de la rentabilidad anual y destinar 77 millones de dólares adicionales (El Destape, 2/10). Y agregó que, en 2019, la “reparación histórica” exigiría una suma equivalente a 6.039 millones de dólares. Como los fondos provenientes del blanqueo destinados a la “reparación” se agotarían entre 2017 y 2018, el FGS debería cubrir esa suma.


 


La rentabilidad del FGS, los intereses y dividendos que rinden sus inversiones, proporcionarían cerca de 2.900 millones de dólares. Es decir que, en 2019, el FGS debería vender activos por 3.100 millones de dólares (El Destape).


Y al año siguiente, el mismo proceso con cifras mayores aún y así sucesivamente, con lo que el FGS sería rápidamente desfinanciado poniendo en peligro la sustentabilidad del sistema y el propio pago en tiempo y forma de los haberes de jubilados y pensionados.


 


Este proceso de liquidación de activos ya comenzó con la venta de acciones de Petrobras al grupo Mindlin y Lewis (amigos de Macri) y de Solvay Indupa a… Odebrecht. En ambos casos con precios muy inferiores a los de mercado que significaron una pérdida multimillonaria para la Anses y un negocio redondo para los adquirentes de esas acciones (ambas operaciones están denunciadas como una estafa en la justicia).


 


Y el paquete se completa con la intención de modificar el cálculo para determinar el primer haber que cobra el nuevo jubilado y podarlo un 20%, lo que llevaría a que las futuras jubilaciones sean mucho más miserables que las actuales. Y obligarían a los trabajadores a tener que “optar” por continuar trabajando o condenarse a sobrevivir penosamente luego de haber trabajado (y tributado toda la vida).


 


Rechazo


 


Este ataque, reclamado por las patronales reunidas en la convención de Idea (y la laboral, educativa, tributaria), cuenta con la complicidad de la burocracia colaboracionista de las centrales sindicales.


 


El rechazo a esta barbarie tiene que unir a trabajadores en actividad y jubilados en una gran lucha si no queremos ser víctimas de una degradación brutal de nuestras condiciones de vida.