Políticas

18/6/2021

Un bailarín de Showmatch “mandó en cana” a la Bonaerense

Era servicio de inteligencia y se infiltraba en distintas movilizaciones y piquetes. Una política de espionaje y represión inherente al Estado.

Rodrigo Jara es un bailarín de Showmatch, el programa que conduce Marcelo Tinelli. El día jueves, en una entrevista con Ángel de Brito en “Los ángeles de la mañana”, reconoció sin mosquearse que hace 15 años atrás, en 2006, integró los servicios de inteligencia de la policía bonaerense.

El ahora bailarín relató: “trabajaba de civil. Tenía barba, arito, pelo largo, te dejaban tener tatuajes. Cuanto menos parecieras policía, mejor”. Detalló que “en ese momento había ‘explotado’ el tema de los piquetes. Uno de los trabajos que teníamos era infiltrarnos en las manifestaciones para ver qué era lo que querían y cuánto tiempo se iban a quedar, si se iban a ir a otro lado y quién encabezaba la marcha. Eso lo informábamos a La Plata, a la superintendencia. El tema era que nadie podía saber que era policía”. Además, agregó que participó incluso de las escuchas telefónicas de la fuerza luego de la desaparición de Julio López, un “full-time” del espionaje.

 

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Las declaraciones de Jara vienen a blanquear un método que ya es conocido y repetido. A pesar de su omisión -seguramente, consciente-, estos “infiltrados” no solo se adentran en las movilizaciones por los propósitos descritos, también lo hacen para generar incidentes en jornadas pacíficas y dar el puntapié a las fuerzas represivas a librar la represión. Así fue que en más de una ocasión distintos manifestantes han identificado a estos agentes y los han expulsado de las columnas.

Que Jara presente que le asignaron esta tarea “cuando estallaron los piquetes” no es menor. El 2006 fue un año destacado para el movimiento piquetero que venía de protagonizar la rebelión popular del 2001, como señalamos en aquel diciembre, 5 años después en Prensa Obrera: “la semilla del argentinazo crece”.

Resulta llamativo las coincidencias que se pueden trazar. Al momento de escribir este artículo se desarrolla la jornada nacional del movimiento piquetero en reclamo del aguinaldo para los beneficiarios del Potenciar Trabajo, un programa social que encubre una relación laboral en el Estado con salarios de indigencia y por trabajo genuino. El 2006 culminó con enormes movilizaciones del movimiento piquetero por… el pago de un aguinaldo para los beneficiarios de programas sociales mediante los cuales el gobierno de Néstor Kirchner encubría relaciones laborales en el Estado, así como su reconocimiento como tales y el pase a planta permanente.

Quienes gobernaban en los años en que Jara no salía en los programas de la pantalla chica, sino que era un servicio de inteligencia infiltrado, son los mismos que gobiernan hoy con las mismas políticas. Basta con decir que la policía bonaerense respondía a las órdenes del gobierno provincial de Felipe Solá, que gobernó con Menem, con Ruckauf, con los Kirchner y hoy con los Fernández.

Esta política de echar mano a los servicios de inteligencia para digitar la represión a las movilizaciones populares existe hoy, existía en 2006 y existe desde hace décadas, arrastrando incluso elementos y recursos de la dictadura militar. Basta con mencionar que en el mismo año en que el bailarín ingresaba a la bonaerense el gobierno de Kirchner actualizaba la base de datos de la Gendarmería creada en 2002 durante el gobierno de Duhalde conocida como “Proyecto X”, un bastión de la política represiva del kirchnerismo para almacenar información y registros de distintos activistas, militantes y luchadores. Claro que a fines de reprimir y perseguir judicialmente. O incluso que en aquel año el diputado pejotista “Juanjo” Álvarez, quien fuera secretario de Seguridad de Duhalde cuando asesinaron a Kosteki y Santillán – estamos a 8 días de un nuevo aniversario-, reconocía abiertamente haber integrado la Side en la dictadura militar a sabiendas del presidente Kirchner, que lo había recomendado como secretario de Seguridad a Aníbal Ibarra después de la masacre de Cromañón.

Este es un punto crucial. Incluso porque “Juanjo” Álvarez también tuvo contacto luego de la dictadura militar con los carapintadas, de donde viene el ministro de Seguridad bonaerense, el represor Sergio Berni. El pejotista luego ha tejido sus alianzas con el macrismo en 2007 y con Massa hacia 2015, que es hoy uno de los cabecillas del gobierno nacional. Como se ve, todos los gobiernos han echado mano a los servicios de inteligencia y a los elementos más descompuestos para la represión estatal, incluso de los que provienen de los años de la dictadura.

Hay todo un régimen político que necesita echar mano al espionaje y la represión estatal contra la población trabajadora. En la misma mañana de escribirse este artículo fueron reprimidos con la Prefectura los médicos autoconvocados que cortaron el Puente Pueyrredón en reclamo de mejores condiciones de trabajo, el pase a planta permanente, el reconocimiento profesional de enfermería, el aumento inmediato de los salarios bajo la línea de pobreza que los somete al pluriempleo y el avance en el plan de vacunación, cuando muchos de ellos aún no tienen ambas dosis. Se trata de una grieta insalvable entre los reclamos y las reivindicaciones de los trabajadores y los gobiernos que les responden con represión.