Un balance trucho

Punto de apoyo o paso al abismo

En un reportaje a Miriam Bregman y Christian Castillo, el PTS publica la conclusión de que los “más de 500 mil votos de la izquierda” (son) “un punto de apoyo para luchar por un gran partido de la clase trabajadora”.

De este modo, incluyen los votos del MST aliado al MIJD, ambos sojeros incorregibles aún después del derrumbe electoral. También los votos del frente que IS hizo en San Juan con el movimiento Evita. Es decir, que luego de repudiar durante años el frente de izquierda que incluya al MST y a Izquierda Socialista (y de volver a repudiarlo con el MST, en las recientes elecciones, aunque no con IS) ahora proponen un partido de trabajadores con ellos.

Los entrevistados hacen un verdadero esfuerzo para presentar semejante conclusión. Resulta conmovedor su reconocimiento a la “muy buena elección del PO en la provincia de Salta donde obtuvo el 7,32% y en Catamarca donde sacó 5,09%”, aunque diluyen un poco las cosas cuando hablan de “los buenos resultados de las listas de izquierda en Santa Cruz y Neuquén”. Pero, en Neuquén, lo del PTS fue un fiasco y se olvidan de Río Negro, donde superamos el 3%.

En el reportaje lamentan que no se hizo el frente con el PO (ellos lo rechazaron). Pero no sacan las conclusiones del derrumbe de su votación en Capital, donde el PTS, el MAS e IS juntos sacaron algo más de cinco mil votos, en el distrito donde tienen su mayor militancia. Los que hablan de un partido de trabajadores boicotearon a la Fuba de izquierda y votaron en contra de la presidencia del PO, sin importarles que abrían paso a la derecha (los tres grupos coincidieron en esto). El PTS adjudica el voto por Solanas a la presencia mediática del cineasta y no a la reconstrucción del Frepaso, que tiene por columna vertebral a la burocracia de la CTA, que ellos están apoyando.

Tampoco en Neuquén, donde dirigen el sindicato ceramista. Al contrario, allí insiste Bregman en “pelear (por la independencia política de los trabajadores) como primer paso en la CTA”, pero rechaza llevar un planteo de democracia sindical e independencia obrera, que sea discutido en un Congreso de bases de la CTA, para apoyar, en cambio, un acoplamiento burocrático del sindicato ceramista a la estructura burocrática de la CTA y a su programa de colaboración de clases.

El MAS se ha quejado de la “desvalorización” que hace el PTS del voto al Fitas (Socialismo o Barbarie, 1/7) en la provincia de Buenos Aires. Claro, como en la vidriera antifrentista le tocó al MAS encabezar la provincia de Buenos Aires, ahora cree que el voto se debe a sus “200 mil afiches”, de los cuales el PTS no pegó ni uno porque no era su candidato. Resultó notorio cómo el MAS atacó virulentamente al PTS durante toda la campaña política por su adaptación a la CTA en el subte, en Zanón y en todo el país.

El MST ha concluido, por otro lado, que la culpa de su derrumbe es “el divisionismo de Solanas” que no aceptó un frente, de manera que habría cometido el suicidio de no sumar el 0,7% de Ripoll a su 24,7. Más allá del disparate, la reconstrucción de este Frepaso disminuido de Solanas apunta a una alianza sojera con Binner y Luis Juez, entre otros. Así lo acaba de reconocer Solanas.

El PTS habla del PT, pero es el taparrabos para adaptar a todo el sindicalismo clasista al aparato de la CTA, o sea a Solanas.

Néstor Pitrola