Políticas

3/2/1993|382

“Un fraude cívico y social”

“Me siento usada, frustrada y basureada por el Frente Cívico y Social. Nosotros los llevamos al gobierno y nos traicionaron” (Clarín, 9/1).


Esta declaración de la dirigente juvenil catamarqueña Marilyn Varela resumió el estado de ánimo de la movilización popular que se realizó el 8 de enero en la capital provincial, cuando más de 2 000 personas se concentraron frente a la casa de gobierno para repudiar la decisión de la Cámara de Apelaciones provincial de liberar a Guillermo Luque. El Frente Cívico y Social es la coali­ción patronal formada por la UCR. los sectores del PJ no saadista, el centroizquierda y los sectores “progresistas” del clero, apoyada por el Partido Comunista, que había prome­tido esclarecer el crimen de María Soledad y terminar con la corrupción y la miseria social del régimen de Saadi Pero una vez que logró conquistar la confianza popular y frenar la movilización democrática que se desenvolvía en la provincia, el Frente dejó “intactas las estructuras de poder en la provincia” como acertadamente declaró el padre de María Soledad a una radio porteña


La liberación de Luque ha reabierto la movilización, pero para evitar que sea llevada a una nueva frustración es necesario sacar las conclusiones de la experiencia política anterior y de sus consecuencias, anticipadas y reiteradamente previstas y pronosticadas por el Partido Obrero La lucha consecuente por el juicio y castigo del clan saadista y sus encubrudores “democráticos” y clericales requiere que la vanguardia de los trabajadores y la juventud se agrupe en tomo a un programa político revolucionario Sólo así, contando con esa herramienta política, se podrá llevar a la victoria los racismo” de las masas opri­midas.