Políticas

29/5/2008|1038

Un gobierno sojero

No habilitan comedores del Polo Obrero

En Santiago del Estero, el gobierno de Zamora crea fondos de fideicomisos-fiduciarios para empresarios de toda índole, pero las barriadas van quedando más empobrecidas y olvidadas.
Los aumentos del boleto sacuden los bolsillos de la población, mientras se gastan millones en plazas, terminales, pistas de automovilismo y canales de riego para los sojeros. Son iniciativas que profundizan la miseria social de la población trabajadora y generan grandes ganancias para los funcionarios y empresarios.
Hay barrios de la capital sin agua de red, luz ni gas; el gobierno mantiene a más de la mitad de los trabajadores en negro, con salarios de pobreza, y exime de impuestos a los empresarios y capitalistas industriales. La población carga sobre sus espaldas los impuestazos, que se manifiestan en desalojos de las viviendas y embargos. Los planes federales de viviendas son cobradas por el Banco Santiago del Estero (grupo ICK) tras las transferencias de las cuotas del IPVU, lo que deja una ganancia sin inversión para el sector empresarial.
En el campo, los trabajadores rurales se ven obligados a abandonar sus tierras porque el Estado provincial prioriza el avance de las agro-industrias y de las madereras, las cuales ya tienen más  de  250.000 hectáreas en nuestra provincia. Persiguen a los luchadores sociales del campo, como es el caso de Miguel Rodríguez, de 67 años, con estado de salud delicado, miembro de la central campesina de Pinto, que lleva detenido más de 20 días por denunciar el robo de sus tierras y animales. Toda la "política agraria" está a favor de los grandes terratenientes ,con el agravante de brindar el apoyo de las fuerzas represivas a los usurpadores.
Sin embargo, luego de llevar toda esta política de explotación, miseria social y hambre, niegan al Polo Obrero la habilitación de sus comedores, la creación de una bolsa de trabajo, un plan de emergencia habitacional, trabajo genuino, etc.
Llamamos a la población en su conjunto, a los trabajadores ocupados y desocupados, a conformar asambleas barriales y en los puestos de trabajo para luchar por las reivindicaciones del pueblo.