Políticas

28/8/2003|815

Un manifiesto de Chávez y Kirchner para pagar la deuda externa

El lunes 18 pasado, Hugo Chávez propuso, en una conferencia en la Universidad de las Madres, “eliminar al Fondo Monetario Internacional” (Clarín, 19/8). Al día siguiente, sin embargo, firmó con Kirchner el Manifiesto de Buenos Aires, el que plantea “una reducción del capital y tasas de interés justas” para la deuda externa; pagarla en función del “crecimiento económico y superávit fiscal de los países emergentes”; y profundizar “los esfuerzos internacionales” para que los países deudores “recuperen lo antes posible su solvencia económica” (Cronista, 20/8).


El Manifiesto no solamente pincha el globo del desplante antifondomonetarista de Chávez (y Kirchner) y convierte en simples monigotes a los Bonasso y compañía que aplaudieron las diatribas del venezolano contra el imperialismo. Al plantear la recuperación de la solvencia económica, ambos presidentes ofrecen una renegociación del pago de la deuda externa con el objetivo, que no podría ser otro desde un punto de vista capitalista, de iniciar un nuevo ciclo de endeudamiento financiero internacional. Pero es precisamente esto lo que incita al capital acreedor a renegociar la deuda externa: reabrir los mercados de los países en bancarrota para un proceso renovado de acumulación de capital y de confiscación económica.


El concepto populista de pagar la deuda de acuerdo al crecimiento, apenas esconde su carácter confiscatorio para los trabajadores. Es obvio que nadie puede pagar sin “crecer”: los intereses de una deuda sólo podrían pagarse con una fracción de las ganancias del endeudado. Resulta de esto que la devaluación de la moneda, en el 2002, fue concebida para iniciar una reactivación basada en la depreciación del trabajo nacional, y fundamentalmente de la fuerza de trabajo. Es gracias a esta confiscación que se ha seguido pagando la deuda externa y que, por primera vez, se ha creado un superávit fiscal para pagar la que entró en cesación de pagos. Hace 120 años, la oligarquía argentina decía lo mismo que Chávez y Kirchner, pero con mayor honestidad y claridad, cuando prometía pagar la deuda externa “con el sudor del pueblo”.


Cuando Chávez y Kirchner hablan de “independencia nacional” hay que tener presente el Manifiesto de Buenos Aires.