Políticas

5/10/2018

Un megatarifazo calienta la primavera

Al aumento previsto se le sumará una “compensación” a las distribuidoras por la devaluación a costa del bolsillo de los usuarios.

Si el aumento de la tarifa de gas del orden del 35% que comenzó a regir a partir de este lunes ya constituía un mazazo al bolsillo popular, nos quedamos cortos.

Ocurre que el gobierno acaba de anunciar además que los usuarios debemos “compensar” a las distribuidoras por la devaluación del peso de abril-septiembre. Esto se debe a que las tarifas están dolarizadas, de acuerdo al compromiso adoptado por el gobierno con las empresas. 


Esto no había sido discutido en las audiencias públicas que la Corte le ordenó convocar al gobierno para “discutir” el incremento de las tarifas de los servicios públicos sino que se dispuso sencillamente a partir de una resolución de la Secretaría de Energía, la cual decidió habilitar "en forma transitoria y extraordinaria" un mecanismo de "recupero de las diferencias diarias acumuladas –por la variación de la cotización del dólar, N. de la R.– entre el precio previsto en los contratos y el reconocido en las tarifas finales de las prestadoras del servicio de distribución" desde el 1 de abril y hasta el 30 de septiembre (Clarín 5/10). El dólar pasó de cotizar a $20,45 en el primer día hábil de abril a valer $41,88 al cierre de septiembre. La magnitud de este nuevo golpe es tal que “para proteger al usuario final” el gobierno dispuso… financiar este mazazo en 24 cómodas cuotas.


Pero tampoco cabe ilusionarse con que este será el último golpe. En el mejor de los casos, el gobierno maneja una “tablita” que irá acumulando una devaluación del peso a razón del 3% mensual hasta fin de año y un aumento del 1,83% mensual durante 2019. Esto significa, otro incremento del orden del 25% en el plazo de un año. Pero esto “en el mejor de los casos”, porque si se precipita otra corrida cambiaria, tendremos una nueva “compensación” a los sátrapas de las empresas gasíferas a costa de los trabajadores.


Durante los gobiernos K, los subsidios constituyeron un rescate de las privatizaciones del menemismo a expensas del erario público. El macrismo trasladó el “precio internacional” –la dolarización– de manera directa a la población.


Abajo el tarifazo. Nacionalización sin pago y bajo control de los trabajadores de las empresas energéticas. Reapertura de las paritarias.


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