Políticas

12/6/2014|1318

Un mundial muy quenchi

Un mundial muy quenchi

Foto: Alejandra Rodríguez

Dilma Rousseff y Cristina Kirchner tenían la misma ilusión: que la algarabía por el Mundial sirviera como operativo de distracción frente a una crisis económica y social que se agudiza en todo el territorio del Mercosur.

Pero el tiro les salió por la culata. Los gastos exorbitantes en estadios y en obras sin importancia social, y la corruptela generalizada de los funcionarios públicos, han soliviantado al pueblo brasilero.

El mayor proletariado de América Latina se ha puesto en movimiento.

Trabajadores del subte, docentes, pueblos originarios, campesinos sin tierra, metalúrgicos, estudiantes se encuentran movilizados contra el gobierno. Las privaciones populares, que se agravan con la crisis, contrastan con el despilfarro multimillonario del Mundial.

El capitalismo, de la mano del PT, logró lo que parecía imposible: que los brasileños se movilicen contra un Mundial de fútbol organizado en su propio territorio.

En Argentina, el kirchnerismo también pensaba que la fiebre mundialista permitiría que pasen sin luchas los despidos y suspensiones que se generalizan en la industria y en el comercio.

La ocupación de Gestamp, las acciones de Cables Lear, el paro general de la UOM de Córdoba, la larga lucha de Calsa son las expresiones más visibles de una tendencia de orden nacional.

En Argentina y en Brasil los pueblos están decididos a que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores.

A los falsos progresistas e izquierdistas que gobiernan en ambos lados de la frontera se les ha caído para siempre la careta.

Reforcemos la unidad de los pueblos de América Latina para pelear el partido que importa: el de la lucha por el trabajo, la educación, la salud, la tierra y el agua.

Por el gobierno de los trabajadores y los Estados Unidos Socialistas de América Latina.

Para reforzar esta perspectiva, nuestros diputados acaban de plantearle a una delegación de Conlutas y el PSTU de Brasil la realización de una Conferencia Latinoamericana de la izquierda revolucionaria y el clasismo.