Políticas

22/9/2016|1429

Un programa para una gran acción política del FIT

Respuesta a una carta del PTS


El 25 de agosto pasado, hace casi un mes, el PO dirigió una carta “a la mesa nacional del FIT”, llamando a debatir los términos para una gran campaña nacional dirigida a colocar al Frente de Izquierda como alternativa política. Izquierda Socialista respondió a nuestra carta una semana después, y el PTS lo hizo hace dos días, en una carta titulada “¿Quieren avanzar realmente hacia un gran acto nacional del FIT?” (estos materiales pueden consultarse en http://www.po.org.ar/frente-de-izquierda). Esta es nuestra respuesta a la carta del PTS.


 


Compañeros del PTS:


 


En la carta que recibimos en el día de ayer, ustedes ponen “en duda” las “verdaderas” intenciones del PO en relación con el planteo de realizar una campaña y un acto común. Esta afirmación, es notable, se hace después de una carta del PO que concluye planteando “una campaña política del Frente de Izquierda … para colocar a los trabajadores y a la izquierda como alternativa (…) con la realización de actos y actividades comunes en las provincias, con nuestros voceros políticos y luchadores obreros”.  Nada puede ser más claro respecto de nuestra posición política: ¿Qué es lo que lleva entonces al PTS a “dudar”? La “pretensión”, que planteamos en nuestra carta, de que esa campaña sea presidida por un debate político, un planteamiento y un método. No es el PO el que “duda”: son ustedes los que rechazan ese camino, elemental, entre revolucionarios, para poner en marcha una acción política. Lo que nosotros planteamos está presente, por otra parte, en toda la tradición del FIT: la campaña del 2013 fue presidida por un manifiesto político que el Partido Obrero presentó al FIT, y que se destacó por una crítica marxista a los límites y contradicciones de las nacionalizaciones capitalistas. Más cerca en el tiempo, en vísperas del acto del pasado 1° de Mayo, habíamos acordado una declaración política común hasta que ustedes decidieron romper el acto (el PO e IS respetaron esa convocatoria). Si esto constituyó un método en el pasado, las actuales circunstancias políticas ameritan todavía más esa clarificación como punto de partida de una campaña. En efecto:


 


1. Desde que asumió Macri, ustedes no han perdido ocasión para buscar acercamientos políticos con el kirchnerismo. Para ello se justificaron en que los ataques del macrismo a los K eran un medio para “hacer pasar el ajuste”. Si eso es cierto, también lo es que esos “medios” le eran suministrados al macrismo por la propia camarilla K, que perpetró una gigantesca confiscación de trabajadores, jubilados y recursos públicos en beneficio de la clase capitalista y del suyo propio. Pero esta demarcación del kirchnerismo nunca estuvo presente en ustedes. Ustedes marcharon con los K por Sala y por Bonafini, sin delimitarse del seudopiqueterismo empresarial de la primera y sin señalar, en el caso de la segunda, su autoseparación del movimiento de los derechos humanos durante la última década, desde la desaparición de López al crimen de nuestro compañero Mariano Ferreyra, así como su participación en otra operación –también empresarial- contra el pueblo sin vivienda.  Ustedes falsean la realidad cuando aluden a una supuesta negativa nuestra “a participar de una campaña por la libertad de Sala”. Fuimos nosotros los que llevamos, ya en enero, al encuentro Memoria Verdad y Justicia la iniciativa de movilizarnos por su libertad, y en forma independiente a los socios políticos de Sala. Ustedes, hasta donde pudieron, desalentaron esa acción de la izquierda y los movimientos de derechos humanos independientes del Estado. Pero antes y después reclamaron por Sala de la mano de Guillermo Moreno, Agustín Rossi y Verbitsky. Precisamente esa es una de las cuestiones que nuestra carta reclama debatir; a saber, “el rechazo a las acciones de aparato del kirchnerismo, que se sirven de los agravios del macrismo al movimiento popular en pos del ‘volveremos’ y que, al participar de ellas, la izquierda convierte en frases vacías toda referencia a la independencia de clase” (Carta del PO a la mesa nacional del FIT).


 


Pero más allá de lo anterior: la ruptura del acto del 1° de Mayo del FIT, y el abandono de la Plaza de Mayo en la jornada internacional de los trabajadores –que la izquierda ha conquistado y defendido desde hace dos décadas- es el mayor servicio que podía prestarse al nacionalismo burgués en Argentina. Si una acción política “contra el golpe en Brasil” sirve de pretexto para la ruptura del acto obrero e internacionalista del FIT, entonces esa acción, con independencia de lo que se diga o proclame en ella, es objetivamente un acto de seguidismo al nacionalismo continental.


 


2. Precisamente la cuestión brasileña, que les ha servido a ustedes para romper un acto del 1°de Mayo, es ahora omitida por completo, nada menos que al momento de debatir cómo ponemos a andar al Frente de Izquierda en la Argentina. La crisis de Brasil es una verdadera bisagra en la luchas de clases del continente, y nosotros hemos abordado la cuestión en la reciente Conferencia Latinoamericana que realizamos en Montevideo. “La izquierda brasileña -señala el manifiesto de esa Conferencia- ante esta crisis de conjunto del capitalismo, enfrenta la obligación de desarrollar un planteo obrero y socialista –o sea, un gobierno de trabajadores, la nacionalización sin pago de la banca y los monopolios petroleros, lo mismo con toda empresa que cierre, la escala móvil de salarios y horas de trabajo, la apertura de los libros de todos los monopolios capitalistas y el control obrero y la convocatoria a un plan de acción a toda la izquierda y sectores combativos de América latina. Ocurre sin embargo lo contrario: plantea la fórmula de la democracia con justicia social o el socialismo en democracia, o sea sin travesía revolucionaria ni gobierno de trabajadores”.  Nuestra declaración alude en particular al PSOL, que disputará la intendencia paulista de la mano de la candidatura patronal de Luiza Erundina, quien ya llevó adelante una gestión furiosamente capitalista de ese municipio y ahora concurre con el apoyo de recursos empresarios indisimulables. El PTS (MTR en Brasil) ha colocado a su candidata en esa lista. En una reciente entrevista con Esquerda Diario (29/7) esa candidata refiere a una campaña feminista sin la menor crítica a Erundina. Preguntamos: ¿cómo se concilia la campaña “para que el FIT aparezca como una alternativa independiente al gobierno y a los partidos patronales” (sic, PTS) en Argentina y este apoyo en Brasil a un bloque de conciliación de clases? Esta cuestión debe debatirse en la mesa del Frente de Izquierda. Incluso la corriente brasileña de IS, que es parte del PSOL, ha criticado la candidatura de Erundina.


 


El PTS puede considerar que estamos ante otra “excusa” o “planteo para zafar”, etc. Pero esos son sus métodos, no los nuestros. Ustedes no reclamaron debatir la cuestión brasileña en vísperas del 1° de Mayo, simplemente se sirvieron de ella para colocar un ultimátum y romper el acto. Nosotros no nos movemos con ultimátums: reclamamos un debate y una clarificación política, como lo hicimos siempre, como método para la acción común. Rechacemos cualquier apoyo a los candidatos de colaboración de clases del Psol de Brasil, y planteemos el repudio al financiamiento capitalista de sus campañas.


 


3. Nuestra carta ha planteado también “el frente único de clase en las organizaciones obreras y populares, en oposición al faccionalismo y la autoproclamación, para impulsar la lucha contra el ajuste y por la recuperación de las organizaciones obreras”, algo que no mereció el menor comentario de parte de ustedes. No se trata de una frase ni una fórmula, sino la conclusión del hecho que ha sacudido al clasismo y al movimiento obrero combativo en el último período: la victoria en el Sutna, un sindicato nacional industrial de carácter estratégico. Esa victoria fue alcanzada con el método que nosotros reclamamos –el frente único de clase en las organizaciones obreras. No hubo lugar para el faccionalismo o para la usurpación de las luchas obreras en beneficio de facciones particulares. La victoria del Sutna es la contracara de las experiencias devastadoras protagonizadas por ustedes en la zona norte de la provincia de Buenos Aires, y debe servir de punto de apoyo para una reorganización del activismo sobre otro método político. Desde luego, el FIT debe hacer este balance y debatir sus conclusiones. La nula asimilación de esta experiencia, de parte de ustedes, está presente en el boicot a la acción del clasismo en el pasado 9 de agosto primero, y, luego, en la ausencia de ustedes a la columna independiente que batalló contra el kirchnerismo y la CTA de Yasky en ocasión de la Marcha Federal.


 


4. La crisis política ha colocado otra cuestión crucial en la agenda: el debate sobre la ley de cupo femenino. Es claro que la paridad de género, impulsada por todos los bloques capitalistas comenzando por el PRO, es una fenomenal operación de encubrimiento en favor de un régimen social y un Estado responsables de las redes de trata y la negación del derecho al aborto legal, y en cuyo marco opresor se desenvuelven todas las formas de violencia a la mujer. La pretensión de que todo ello pudiera ser superado -o siquiera aminorado- por la mayor presencia de mujeres en los escaños parlamentarios, con independencia de la orientación política y social de éstas, es una fenomenal disolución de las fronteras de clase en nombre de las “cuestiones de género”. Pero más allá de esta cuestión, cabe preguntarse si es función de los parlamentarios socialistas trabajar sobre la legislación que norma la organización política del Estado y de los partidos capitalistas. El PTS se ha metido de lleno en esto, al presentar un proyecto que determinará el cupo femenino del PRO, el PJ y otros. Por eso mismo, la paridad de género se ha convertido en la coartada para un frente de colaboración de clases y, por esa vía, para revestir a la reforma política reaccionaria de un barniz progre. Lo explica con crudeza una nota de Clarín del pasado 17 de setiembre, cuyo título (“La paridad de género, prenda de acuerdo de la reforma política”) nos exime de mayores comentarios. En la misma nota aparece fotografiada la compañera Bregman entre parlamentarias de Cambiemos y otros bloques, en una acción de apoyo a la reforma 50 y 50. El gobierno y la oposición capitalista han hecho de la cuestión de la mujer la última frontera de la colaboración de clases: es necesario denunciar este operativo político y desarrollar una delimitación clasista en la cuestión de la mujer, que constituya la base política para una intervención del FIT en el próximo encuentro de Rosario.


 


5. A la luz de esta agenda crucial de cuestiones políticas a debatir, el ultimátum y conclusión de la carta de ustedes –un acto “que sea cerrado por Nicolás del Caño”- sólo puede ser interpretado como una maniobra dirigida a bloquear el debate político que planteamos en nuestra carta anterior y reafirmamos acá. Ustedes quieren decidir quién cierra el acto antes de debatir el planteamiento político del acto. Pero el acto debe ser cerrado por quien ha suscripto un planteamiento común, que es el que debemos debatir. Ustedes dicen que nuestros señalamientos sobre el seguidismo al kirchnerismo son infundios. Hemos dado probadas muestras de que no. Pero si quieren verlo así, no pueden tener ningún problema en que suscribamos un acta y una declaración común, sobre principios claros:  ningún frente con la camarilla kirchnerista, rechazo al “frente ciudadano” y a las acciones de aparato que se sirven de las reivindicaciones populares para encubrir a los Kirchner, Boudou y compañía; por una gran campaña política para desarrollar una alternativa de poder de los trabajadores. Los compañeros de IS han respondido tempranamente a nuestra carta, planteando que el acto se realice “sin condicionamientos”, más allá de un acta “en base al programa del FIT”. Un programa, sin embargo, no es un rosario de reivindicaciones, sino una estrategia que debe ponerse a prueba y desplegarse ante cada viraje de la lucha de clases.


 


6. Compañeros: la necesidad de una gran iniciativa del Frente de Izquierda fundada en una clarificación política es un imperativo de toda la crisis nacional. La monumental impasse política y económica del macrismo ha derrumbado la pretensión de que el derrumbe kirchnerista –y en general de los nacionalismos continentales- desembocaría en una experiencia derechista consolidada (“cambio de ciclo”). Los Macri y Temer deberán vérselas con el trabajo de topo de la bancarrota capitalista y con las enormes convulsiones sociales que plantearán la tentativa de trasladarle la factura de esa crisis a los explotados. Asistimos a una crisis general de los regímenes políticos, ante la cual la izquierda debe proyectarse como alternativa de poder. Esta enorme tarea es incompatible con las inconsistencias y ambigüedades políticas, y exigen un debate y una clarificación política. Rechazamos todos los ultimátums y planteamos este método como pilar para una gran acción política del Frente de Izquierda.


 


Con copia a Izquierda Socialista.


 


Partido Obrero, Comité Ejecutivo, 21/9/2016


 


Para seguir el intercambio de cartas www.po.org.ar/frente-de-izquierda


 


Foto Ignacio Smith