Políticas

7/3/2002|744

Un ratón frenapista

La CTA bonaerense y el Frenapo no participan de la mesa de concertación armada por Solá con los gremios cegetistas, argumentando que “esta concertación (…) presenta nuevamente al ajuste como única opción”.


Por eso, en lugar de movilizarse y llamar a la lucha para echar a Solá , han formado “una concertación paralela” con los diputados del ARI, del Polo Social y del Frente Grande, y la CCC (con la firma de Juan Carlos Alderete), para “discutir un presupuesto justo y participativo”. La “concertación opositora” pretende convertirse en una interlocutora privilegiada para que “el gobernador venga a consensuar políticas con nosotros” (Hoy, 27/2).


La “contraconcertación” es, además, pura cháchara. La dirección de Suteba no ha movido un dedo para defender el estatuto docente, cuando su liquidación implica la desaparición de conquistas y derechos adquiridos y, principalmente, la desocupación masiva en el gremio como producto de la supresión de las licencias


ATE, por su parte, estuvo de vacaciones mientras Solá imponía la Urpes (la reducción a la mitad del salario en la administración pública vía supresión de las horas extras y viáticos). Tampoco ATE participa ni impulsa las tomas masivas de edificios públicos que llevan ya más de una semana en el Ioma, Consejo de la Familia, Torre 1 y Educación, Obras Públicas y otros organismos, y que han surgido y se mantienen a partir de las asambleas, la coordinación del activismo, los estatales autoconvocados y la Asamblea Regional de La Plata. En vez de luchar contra los ataques efectivos del gobierno, Ctera dice que “otro presupuesto es posible”.


Una novedad es el ingreso de la CCC a esta concertación con el Frenapo y la firma de una declaración pública (“convocatoria bonaerense”) donde, refiriéndose a la “voluntad de cambio de nuestro pueblo”, se pone por delante la consulta popular realizada por un seguro de empleo y formación y en segundo lugar… la “movilización” del 19 y 20 de diciembre. La CCC reduce el Argentinazo que volteó a De la Rúa y a Cavallo a una movilización más y hasta equiparable con la consulta distraccionista.


Las críticas de la CCC y del PCR al “electoralismo” no le impiden firmar una declaración programática con los diputados del ARI, el Polo Social y el Frepaso, y tampoco dejar de plantear el no pago de la deuda externa, ni la ejecución de los grandes pulpos que transfirieron su deuda privada a la provincia por valor de 2.000 millones de dólares, ni la estatización de las empresas privatizadas, ni la nacionalización de los bancos, ni ninguna medida efectiva en defensa del salario o de lucha contra la desocupación o por el reparto de las horas de trabajo. La CCC llama “acción práctica” a una jornada de debate el 12 y en su nombre ha abandonado el programa de la Asamblea Regional de La Plata, Berisso y Ensenada para sumarse a los propósitos divisionistas de la CTA que arma “multisectoriales” y “mesas paralelas de concertación” para quebrar las organizaciones de lucha de los trabajadores y las asambleas populares.


Pretender un “presupuesto que garantice trabajo, salud, educación, justicia y vivienda” sin echar a Solá y a todos los ajustadores es simplemente una estafa y una declaración de fe colaboracionista con el gobierno provincial antiobrero. Como sea, este “ratón frenapista” y charlatán está condenado al desprestigio y a pudrirse aceleradamente, porque se da de narices con la tendencia popular a la acción directa expresada en las resoluciones del plan de lucha votado en la Asamblea Nacional Piquetera y que tendrá un punto culminante en la gran Marcha Nacional del 11 al 15 de marzo hacia Plaza de Mayo.