Políticas

16/7/2009|1091

Un régimen de ladrones y gripe A

apenas concluidas las elecciones, ha estallado un escándalo de corrupción que culminó con la renuncia del intendente de la capital, Julio Alegre, y su posterior detención.

La caída en desgracia de Alegre se produjo luego de que el intendente hubiera dado señales de ruptura en favor del bloque político sojero de la provincia. Diversos medios dieron cuenta del acercamiento de Alegre a Emilio Rached, el senador que votara contra la 125. A su vez, José Luis Zavalía, líder de la fracción de la UCR alineada con la Acción Cívica, salió con los tapones de punta a denunciar al nuevo intendente, Hugo Infante, por diversos actos de corrupción. Zamora encubrió todos los delitos de la camarilla de Alegre mientras éste se sometió a su jefatura.

Estos hechos han impactado e indignado a la opinión pública, que ve cómo los dineros públicos se usan para todo tipo de negociados y para el enriquecimiento de los funcionarios, mientras las demandas populares tienen que esperar. Ahora es por la gripe A, que avanza en toda la provincia y ha colapsado todos los servicios. Ante la falta de recursos, el director del hospital de Añatuya presentó su renuncia, que no fue aceptada. En la capital, los contratados, camilleros y otros sectores no profesionales se han autoconvocado y reclaman que se den insumos para resguardo de la salud, para no infectarse con algún virus. En el hospital Independencia, un mes atrás cortaron la luz y el gas, mientras el agua y las instalaciones son precarias y obsoletas.

El PO, que ha salido fortalecido de las últimas elecciones (triplicamos nuestros votos) se moviliza e impulsa una campaña en los barrios, en los pueblos y en las reparticiones, para que por medio de asambleas se multipliquen las autoconvocatorias dirigidas a arrancar una salida a la crisis, por aumentos presupuestarios; designación de más personal en los hospitales; la formación de un Comité de Crisis de trabajadores de la salud, trabajadores y vecinos para controlar las medidas frente a la epidemias y asegurar la gratuidad de la atención y de los medicamentos.

Nicolás Basualdo