El insulto de la senadora y vicegobernadora “Betty” Rojkes a un inundado de la localidad del Molino que la interpelaba por la falta de soluciones, se transformó en un verdadero escándalo político nacional que retrata rigurosamente al régimen político que impera en Tucumán.

 

El trato al vecino inundado -“animal” y “vago de miércoles”, le dijo- causó una repulsa generalizada. El inundado insultado, Cristian Bulacio, es un cosechero del citrus y trabajador temporario en la cosecha de la papa y el arándano (precisamente uno de los mayores productores de arándano es el propio Alperovich). En la última inundación su vivienda se llenó de agua hasta la altura de la cintura y perdió todos sus bienes. Bulacio, en su reclamo a la senadora, insistía con el pedido de que manden las máquinas para encauzar el río de la zona y evitar nuevas inundaciones, mucho más cuando el pronóstico anuncia nuevas y fuertes lluvias.

 

En todas las zonas inundadas la bronca popular es enorme porque el gobierno sólo se ha hecho presente para las fotos, repartiendo bolsones y haciendo promesas, pero hasta el momento no ha ofrecido ningún tipo de solución de fondo a los inundados que perdieron sus viviendas o sus bienes (en diversas zonas, los inundados están ocupando terrenos no inundables, para mudarse, imponiendo una solución frente a la impotencia de los gobernantes).

 

Debido a la repercusión que tuvo el incidente, la senadora insinuó un pedido de disculpa pero volvió a la carga denunciando que todo fue obra de una provocación. En respaldo de la senadora salió el provocador profesional, y nuevo jefe de Gabinete de Cristina, Aníbal Fernández.

 

Queda claro, entonces, que no fue un exabrupto, sino el lenguaje insultante muchas veces usado por la propia presidenta y por todas las cabezas de un régimen que defiende a Milani, a la burocracia sindical de los Gerardo Martínez y Pedraza, y humilla a los jubilados y docentes cada vez que salen a reclamar sus derechos.

 

Cano, referente del Acuerdo Cívico, salió a cuestionar las declaraciones de la senadora, pero es pura hipocresía. Cano está abrochando un acuerdo con Macri, quien recientemente en una cena con ricachones, juntó 120 millones. En esa cena quedó en claro para quién va a gobernar Macri si llega a la presidencia y para quién va a hacerlo Cano, si llega a la gobernación. El Acuerdo Cívico está lleno de personajes de fortuna, varios de ellos grandes sojeros, señalados entre los terratenientes que han promovido (con apoyo del gobierno) el desmonte irracional de los cerros, uno de los principales factores para que las lluvias, en los últimos años, se hayan transformado en torrentes irrefrenables.

 

La conclusión de todo este escándalo, es que nada se puede esperar del actual gobierno y de la oposición cómplice. Es necesaria la organización independiente, en base a asambleas, de los vecinos de los pueblos inundados, la movilización para arrancar los reclamos y la puesta en pie de una poderosa alternativa política de los trabajadores en torno del Frente de Izquierda.