Políticas

30/1/1997|527

Un Régimen que se acaba en el BARRO y la SANGRE

IBM, Yabrán, Samid, aduana paralela, robo para la corona, guardapolvos de Bauzá, quiebras fraudulentas de bancos, plan Bonex, deuda externa usuraria, policía bonaerense, gatillo fácil, indultos, reducción de salarios, desocupación en masa, destrucción de la salud y de la educación, Coppola, Samantha y Diamante, la leche adulterada, las cometas del Pami, represión contra periodistas, amenazas telefónicas y vendettas anónimas, explotación y prostitución infantiles.


El asesinato brutal de José Luis Cabezas.


El régimen menemista, que los ‘opositores’ siguen defendiendo en nombre de la ‘gobernabilidad’ y del recambio democrático, se acaba en el barro y en la sangre.


Económicamente quebrado y políticamente desmoralizado.


Termina igual que Collor de Brasil, Carlos Andrés Perez de Venezuela y Salinas de Gortari de México.


Los mismos intereses sociales han dado lugar a los mismos regímenes políticos. La corrupción no es un asunto de moral individual sino de régimen social.


Si se esclarece el crimen del reportero gráfico, en Pinamar, el régimen se cae. Si no se esclarece, también.


Siempre en el barro y en la sangre.


Los trabajadores debemos intervenir activamente en poner fin al menemismo, para que no vengan sus sucesores patronales a imponernos un simple cambio de collar, sea este ‘justicialista’, centroizquierdista o centroderechista.