Políticas

23/7/2015|1373

Un sismo político a veinte días de las Paso

Votemos a la Lista Unidad del Frente de Izquierda


El resultado del balotaje en la Ciudad de Buenos Aires ha dejado la candidatura presidencial de Mauricio Macri al borde del nocáut. Después de las derrotas en Santa Fe, en Córdoba y en la ciudad de Salta, la victoria ínfima del PRO en el distrito que gobierna desde hace ocho años es un golpe severo a sus pretensiones presidenciales. En medio de una bancarrota económica y una crisis social aguda -que también tiene su expresión en la capital del país- el macrismo ha desnudado su inviabilidad política. Pero este cimbronazo, a tres semanas de las Paso, tiene otras consecuencias de fondo. 


 


 


“Progresistas”


Los beneficiarios circunstanciales de este golpe a Macri no son otros que los principales aliados de Macri -el radicalismo, que resolvió una alianza electoral con el PRO y con Carrió. Ahora, Sanz saldrá a desafiar a Macri en las Paso, con el planteo de que sólo podrá derrotarse al kirchnerismo con una agenda más “democrática” o “popular”. Pero la coalición “Cambiemos” nació para encolumnarse detrás de Macri y, por lo tanto, ha quedado devaluada después del domingo. A sabiendas de ello, Lousteau anticipó que podría apoyar a Stolbizer en las generales, en el caso -previsible- de que Sanz no le gane a Macri. En cuestión de horas, el progresismo, que había resuelto ir a elecciones como segundo o tercer violín de la derecha, comenzó a pensar en una nueva Alianza. El “Coti” Nosiglia celebraba esa perspectiva en el búnker de Lousteau, el pasado domingo. Pero para el radicalismo es tarde, porque sus candidatos a diputados tendrán que insertarse con los del PRO después de las Paso. En cambio, fuera de “Cambiemos” ha quedado Stolbizer, quien ha concurrido en alianzas con Macri en numerosos distritos pero no ingresó en el acuerdo nacional. Los fondos de inversión internacionales -con quienes Stolbizer se reunió recientemente en Washington- y el grupo Clarín tienen a la jefa del GEN en el banco de suplentes, y su programa no difiere del de los tres mosqueteros del ajuste. Recientemente, Stolbizer se pronunció por la reprivatización de Aerolíneas. Los límites de estos “progresistas” para abordar la agenda que instala la crisis social son brutales. 


 


 


Kirchnerismo


El kirchnerismo se sirvió del traspié de Macri para desplazar de la primera plana a sus manipulaciones judiciales, que buscan blindar a la camarilla presidencial de las denuncias por corrupción. Scioli y los K vuelven a acariciar la posibilidad de una victoria holgada en agosto. Pero ninguna derrota ajena -en este caso la de Macri- detiene la marcha de la bancarrota económica. En los días de las Paso, el gobierno enfrentará vencimientos de deuda por más de 6.000 millones, los que representan un tercio de las reservas internacionales realmente disponibles y que sólo podrá refinanciar parcialmente y a tasas usurarias. La afirmación de las chances electorales de Scioli coloca toda la presión del capital financiero sobre el candidato oficial, en la exigencia de anuncios y medidas más o menos inmediatas en la línea del ajuste. Este es el sentido de la disparada del dólar, que el gobierno enfrenta parcialmente a costa de dilapidar los fondos en dólares de la Anses. El nuevo salario mínimo -que representa el 40% de una canasta familiar- refrenda la línea de traspasarle a los trabajadores la cuenta de la crisis. 


 


En definitiva: después de la caída electoral de Macri, los “mercados” le exigen a la sucesión kirchnerista que asuma, sin vacilaciones, las exigencias del gran capital. Pero se trata de la orientación social que buscó rechazar la mitad de la población porteña el domingo pasado, a pesar de haberse servido para ello de otro aliado de Macri. 


Con la Lista Unidad


 


Los “temblores de tierra” que sacuden el panorama político no son sólo electorales, como se demuestra en las agudos conflictos obreros contra los despidos en la Línea 60, Acindar o Cresta Roja. En este cuadro, la campaña de la Lista Unidad del Frente de Izquierda coloca en el primer plano la agenda de los trabajadores y la atención a sus luchas contra la crisis capitalista. Con este propósito, vamos al plenario obrero el próximo sábado 25 en el Bauen, el cual reunirá a los luchadores del clasismo con las principales candidaturas de la Lista Unidad. 


A tres semanas de las Paso, no sólo trastabillan las tentativas de una polarización política en torno de las principales candidaturas capitalistas. Al mismo tiempo, se pone de manifiesto el abismo que separa a estos derechistas de los urgentes reclamos por el derecho al trabajo, el salario o las jubilaciones. Sobre esta brecha -la verdadera “grieta”- concentramos nuestra campaña.