Políticas

7/7/2007|898

Una alternativa


Como muchos compañeros que por diferencias no militamos hoy en la izquierda partidaria, y que somos parte de la militancia de las organizaciones sindicales, estudiantiles y culturales, he leído la propuesta del Frente de Izquierda.


 


Sé que la política abstencionista, o el infértil sectarismo exhiben una fuerte inmadurez para presentar una alternativa cada vez más necesaria a las trampas de “renovación” del PJ de mano del kirchnerismo, que no trajo y no traerá otra cosa que mayor explotación en la vida de los trabajadores.


 


Vivimos una nueva situación, evidente en la victoria de los trabajadores de Subte, los docentes de Salta, la lucha del Garrahan, y muchos otros. Pero debemos admitir que estas luchas no son suficientes.


 


Hay que oponerle a la burguesía, a sus burócratas, y a sus “críticos” sostenedores (como el Encuentro de Rosario y Patria Libre) una política que nos sea propia, de clase contra clase, que dé pasos en la construcción desde abajo de nuestra salida estratégica.


 


En este sentido, un Frente de la izquierda y los luchadores, delimitado de la centroizquierda, la burocracia y los partidos burgueses, que exprese las luchas más avanzadas de las que somos testigos, es una necesidad, no sólo para aquellos que nos reivindicamos revolucionarios, sino para apoyar y desarrollar el avance de una nueva clase trabajadora.


 


Lo último a discutir (por último, no menos importante) es el método. El objetivo es que el Frente, en sus propuestas y en sus candidatos, muestre la unidad que vivimos en la calle los luchadores y la izquierda. Debe resolverse democráticamente, en un debate abierto, para que los referentes de las luchas puedan tener un lugar destacado en este Frente. Debemos empadronar, hacer asambleas y debatir con miles de compañeros; si lo logramos, será un gran paso para fortalecernos.