Políticas

3/4/2003|795

Una Gran Victoria Política

En las elecciones internas del Partido Obrero en la provincia de Buenos Aires votaron 16.673 compañeros, en 713 lugares de votación, entre escuelas, comedores y merenderos. De ellos, 12.575 corresponden a los distritos del GBA y 4.098 a los del interior de la provincia, incluidos La Plata y zona adyacente.


Los compañeros comprometidos con la interna del PO son mucho más que éstos, si se considera que un empadronamiento previo en barrios, lugares de trabajo y puntos de concentración sumó 18.000 compañeros y de éstos fue a votar un 70% promedio. No es desatinado plantear, entonces, que en la interna del PO en la provincia han participado más de 20.000 compañeros.


En una elección interna que, según la prensa, estuvo caracterizada por el “absoluto desinterés” de la masa de la población y en la que la compra de votos llegó a niveles de asco (con un “tarifario” especial que iba de los 45 pesos hasta el bolsón de comida, sin distinción de partidos, sea el PJ o los restos de la Alianza), la movilización del PO fue “a pata y pulmón”. Como lo muestran los compañeros en sus “apuntes”, la interna, para el PO, fue una lucha política integral de principio a fin. Se recogió el fruto de la movilización por la recuperación de las fábricas, como en las barriadas en las que los vecinos marcharon a votar conmovidos por la lucha por la reapertura de Sasetru. Se enfrentó a pie firme la provocación de los punteros del PJ, como en Avellaneda, donde los compañeros montaron en instantes la carpa de votación frente a la negativa de la burocracia universitaria de la Utn a ceder el lugar comprometido; o en Almirante Brown, donde las patotas agredieron a dos compañeras y la policía intentó quebrar el escrutinio final en algunas mesas; o en San Fernando, donde los propios vecinos salieron a respaldar la elección interna frente a la acción, otra vez, de las patotas.


 


Compañeros de la Ccc, del Mijd, de la Ftc y de Iu participaron de las internas.


La interna permitió trazar un extraordinario mapa político de los avances (y los límites) del partido en la provincia. La interna fue una afirmación política para vastos sectores piqueteros, de fábricas ocupadas, sindicatos y asambleas y para la masa de adherentes del PO. Los trabajadores y vecinos convocados vivieron la interna como un acto políticamente consciente (en un barrio con tres planes, votaron 130 compañeros). El balance sobre los límites de la votación en algunos distritos fue planteado por el responsable de San Fernando: “Obtuvimos un éxito importante, pero no se nos escapa que nuestros votos fueron casi exclusivamente piqueteros, no hubo docentes, ni trabajadores de otros gremios ni elementos de la clase media; la lucha por penetrar en estos sectores es nuestra asignatura pendiente”. Los trabajadores activos (estatales, docentes, básicamente) se hicieron sentir en La Plata y en La Matanza.


En otro orden, la interna permitió apreciar los desplazamientos políticos en el seno de las organizaciones piqueteras y aún la infiltración, consentida o no, de punteros patronales: los locales de la Ftv-Cta en La Matanza funcionaron como centros políticos de apoyo a la lista del intendente Balestrini en la interna del PJ La Matanza. Cuando De Gennaro dice: “Yo no soy quién para avalar ni proscribir, cada compañero tiene derecho a hacer su experiencia” (Clarín, 25/3) está extendiendo un cheque en blanco a la política de D’Elía, a la colaboración política de la Cta con la “nueva Alianza” que se presentó en Neuquén (incluyendo a López Murphy) o en su apoyo a un sublema del PJ en Tucumán.


 


Desplegar toda la acción del Partido y del Polo


La interna en la provincia de Buenos Aires puede abrir una nueva situación para el PO en la campaña electoral si volcamos masivamente a los miles convocados a la interna a una lucha feroz por las candidaturas presidenciales, ganando las calles para una agitación implacable y conquistando miles y miles de fiscales para quebrar el fraude en ciernes.