Una huelga extraordinaria

Los trabajadores de la salud por los 10 mil de inicial

delegada ATE Hospital Plottier


La enorme huelga de los trabajadores de la salud -por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar y en defensa de la salud pública-; mantiene paralizados a todos los hospitales provinciales y se ha instalado en el centro del escenario político de Neuquén. Los trabajadores han puesto en evidencia, por un lado, el proceso de desguace de la salud pública, la que está siendo vaciada a través de la asfixia presupuestaria en función de favorecer el negocio de las clínicas privada. Por el otro, el bajo nivel salarial en salud. La huelga abrió la ruta de la recomposición para el conjunto de los trabajadores estatales de la provincia. Es por eso que esta lucha recoge una importante adhesión popular.


 


Es en el enorme potencial que tiene la huelga donde radica la intransigencia adoptada por el gobierno del MPN ante el reclamo salarial. Sin embargo, las amenazas de descuentos por días de paro y de reemplazo de los trabajadores en huelga por jubilados, no ha mermado la voluntad de lucha.


 


Los trabajadores atraviesan su tercera semana desde que el gobierno acordara con el sector de los profesionales. Es que la recomposición salarial que propuso el Ejecutivo para el resto de los sectores (enfermeros, administrativos, choferes, lavadero y cocina) dista mucho de los 10.000 pesos de inicial, que es la reivindicación central.


 


Una asamblea interhospitalaria, que nuclea a todas las asambleas de los hospitales; sostiene y direcciona la huelga. Juega un papel importante el sindicato en formación de los enfermeros (SEN), que confluye con las decisiones de la interhospitalaria. La tendencia de la base que lucha ha sido buscar caminos de unidad con todos los sectores, de amplificar y profundizar medidas como ocupaciones de lugares estratégicos: el Centro de Administración Ministerial, el Depósito Central y la Zona Metropolitana; corte intermitentes de ruta confluyendo con los trabajadores de Río Negro; masivas movilizaciones con la comunidad y festivales.


 


Ha quedado en evidencia el papel de la burocracia de ATE y CTA, que operó conscientemente para aislar el conflicto, en momentos donde se instaló entre los estatales la lucha por los 10 mil de inicial, el doble aguinaldo y el fin de la precarización. Mientras se caía de maduro la necesidad de una huelga general que quebrara la intransigencia del gobierno -la que incluso fue reclamada por la propia asamblea interhospitalaria- la dirigencia de ATE pactó una tregua con el gobierno hasta el 10 de enero para discutir el escalafón general.


 


La interhospitalaria ha votado la exigencia de un adelantamiento de la mesa salarial y que incluya al sector en huelga. Lo que terminó por arrancar la convocatoria a un paro general y movilización de la CTA el 30 de diciembre. La línea de la negociación conjunta entre los sindicatos, paro provincial de estatales, marchas con la comunidad y acciones comunes entre sectores y sindicatos, choca de lleno con la orientación de la burocracia de ATE-CTA. La expulsión de la burocracia y la recuperación del sindicato, ha quedado inscripta como una tarea clave para los trabajadores en la próxima etapa.


 


El reclamo de salud no solo ha desenmascarado al gobierno del MPN por su negativa a dar respuestas a los reclamos de salud en contraste con la complacencia con los Chevron y las petroleras. Sino también a la ‘opositores’ del kirchnerismo y “Pechi” Quiroga, responsables de aprobar el presupuesto de ajuste que hoy padece la salud. La única fuerza política comprometida a fondo con esta huelga es el Frente de Izquierda.


 


Pongamos todo para el triunfo de esta lucha, para que el ajuste lo paguen los capitalistas. La enorme huelga de salud ha dejado planteada la necesidad de reestructurar la provincia sobre nuevas bases, que partan de la defensa del salario, la salud y la educación públicas.