Una polarización contra los trabajadores

Ha fracasado definitivamente el intento de montar una “tercera vía” que incluya a los gobernadores del PJ anti-kirchnerista, donde gravitaban también Sergio Massa y Roberto Lavagna.


Los grandes grupos económicos se jugaron a tratar de construir una candidatura desde este sector. Sin embargo, la manija mediática no logró levantar la intención de voto de estos candidatos.


Ni siquiera la abultada elección de Schiaretti fue suficiente. El cordobés se abrazó con Macri y se fue de vacaciones.


Desde Massa a Urtubey, pasando por cada gobernador del PJ, escuchan ofertas y negocian entre las fórmulas de los Fernández y Cambiemos.


Massa se gana el premio a la promiscuidad política, negociando simultáneamente con María Eugenia Vidal y con Alberto Fernández.

El kirchnerismo recibe con los brazos abiertos a quien cogobernó con Vidal y le votó 104 leyes de ajuste a Macri con sus 37 diputados. Dime con quién andas y te diré cómo gobernarás. 


Todos responden a un mismo programa económico, social y político: respeto del endeudamiento monstruoso con el FMI, reforma laboral flexibilizadora, mayor ajuste jubilatorio, continuidad de las privatizaciones y, por ende, de los tarifazos. Es lo que Alberto F. y Kicillof se han cansado de repetir en sus presentaciones en Wall Street y Washington. 


El “riesgo país” de 1.000 puntos muestra que, gane quien gane, el país sigue camino a la bancarrota. Cambiemos y el frente pejotista se disputan manejar la bancarrota a costa de los trabajadores.


Avancemos conformando, junto al Frente de Izquierda, listas unitarias donde estén representados toda la izquierda y los sectores independientes y de lucha del movimiento obrero, de los desocupados, de las mujeres y la juventud. 


Vamos a una gran campaña por la independencia política de los trabajadores y por un programa para que la crisis la paguen los

capitalistas.