Políticas

30/7/2018

Una política criminal contra los jubilados

El 80% cobra menos de la mitad de la canasta de la Tercera Edad

Jubilados Clasistas

De los actuales 7 millones de jubilados, el 65% cobramos $8.200 (con moratoria mucho menos) mensuales; el 7%, menos de $9.900 y el 8,5%,  menos de 12.000 pesos. Hoy la canasta básica de la tercera edad ronda los 21.000 pesos. Es decir que con nuestro haber mínimo solo cubrimos el  40% de esa canasta.


Hay miles de jubilados que hoy solo pueden vivir con la ayuda de familiares y amigos disminuyendo de esta forma los ingresos de los mismos.


Según datos oficiales, los gastos de los jubilados se reparten de la siguiente forma: 21% para alimentación,  20% para medicamentos, 30% para vivienda, y un 29% para otros gastos en productos o servicios imprescindibles.


Ahora bien, ¿qué productos alimenticios podemos comprar con ese 20%, o sea $ 1.600  al mes, que son equivalentes a $ 54 por día, es decir a un litro de leche y un kilogramo de pan? Sin palabras.


Esto se agrava en el caso de aquellos que deben hacer dietas especiales. Las dádivas de los subsidios son absolutamente insuficientes. 

Miles de jubilados se mantienen con una comida diaria y otros colman los cientos de comedores que aumentan día a día en todo el país.


Por su parte, desde mayo 2015 hasta noviembre 2017 los precios de los medicamentos aumentaron entre el 50% y el 270 por ciento. En este ítem también contamos solo con $ 1.600 para comprar.


Una persona mayor consume entre 4 y 8 medicamentos por mes, según distintos relevamientos. Entre los medicamentos más comunes utilizados están el Fensartan, para la hipertensión, que cuesta $200; el Omeprazol-Ranitidina, para la gastritis y la Estatina, para el colesterol, cuestan ambos una cifra similar. Por su parte, el Ibandronato, para la osteoporosis, tiene un precio que ronda los $230 (un solo comprimido), mientras que para la anemia, el hierro llega a los 300 pesos. 


Para la diabetes, sufrida por el 60% de los mayores de 60 años, la Sitagliptina cuesta $850 y Forxiga (remedio de última generación), $1.800. Estos precios ya tienen los descuentos del PAMI salvo en en el caso de los de última generación, donde estos descuentos no se aplican.


Esto se suma  a la deficiente atención de muchos de los médicos de cabecera, que se han convertido en meros despachantes de recetas, obligando a los pacientes a buscar atención particular con especialistas lo que les genera mayores gastos. Además hay que realizar trámites infinitos para lograr algún tipo de beneficio.

El oficialismo, la oposición (PJ y gobernadores) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), tienen en marcha un plan de hambre y miseria en el que están  acompañados por la burocracia de la CGT y las CTA (que no mueven un dedo en nuestra defensa).


Es una política de esta clase capitalista contra los trabajadores y contra nosotros, los jubilados.


Sufrimos el robo de nuestro haber porque nuestros haberes no cubren el costo de lo que necesitamos para vivir, lo cual es un “crimen social”. Además, sufrimos la estafa de la “reparación histórica”. Para imponer este plan de hambre, sufrimos la represión, como sucedió el 18 de diciembre pasado cuando impusieron la reforma previsional.


El gobierno se plantea aumentar la edad jubilatoria y quiere reducir nuestros haberes. Están decididos a liquidar el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS). Quieren reprivatizar el sistema de jubilaciones. 


Desde nuestra agrupación, Jubilados Clasistas decimos que estamos dispuestos a organizarnos y luchas contra este brutal ataque.

Sumate a nuestra lucha.


Por un haber mínimo igual al costo de la canasta de la tercera edad, hoy en 21.000 pesos.

Por un Pami y un Anses dirigido por afiliados y trabajadores de los organismos.